jueves, 11 de junio de 2009

La Ciencia: Una visión de lo social, cultural y jurídico

Por: María Julia Benites Goicochea



ÍNDICE
INTRODUCCION
1. Breve Reseña Histórica
1.1. La Historia de la Ciencia
1.2. La Grecia y el Medioevo
2. Ciencia
2.1. Definición
2.2. Características
2.2.1. Descriptivo, Explicativo y Predictivo
2.2.2. Metódico y sistemático
2.2.3. Contrastable
2.2.4. Claro y preciso
2.2.5. Objetivo
2.2.6. Provisorio
2.2.7. Crítico
3. El Método Científico
3.1. El método según Descartes
3.2. El método según Galileo
3.3. El método según Bacon
3.4. Los Métodos de Mill
4. Clasificación de las Ciencias
4.1. Aristóteles
4.2. Francis Bacon
4.3. Augusto Comte
5. El Valor De La Ciencia
5.1. Valor explicativo de la ciencia
5.2. Valor estético de la ciencia
5.3. Valor descriptivo de la ciencia
5.4. Valor práctico y social de la ciencia
6. Objetividad De La Ciencia
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO


INTRODUCCION

El desarrollo histórico de las ciencias lleva implícito, de una manera u otra, el tema de la clasificación de las mismas. Se puede decir que, cuando el desarrollo de los saberes científicos no era tan considerable que podía ser abarcado por una sola persona, la clasificación de las ciencias fue considerada por los estudiosos más profundos como un tema más, entre tantos. A principios del s. XII, en cambio, la clasificación de las ciencias fue uno de los temas centrales que preocupó a filósofos y científicos; entre ellos los positivistas llevaron adelante, generalmente de modo dogmático, diversas clasificaciones de la ciencia, que aunque pasaron pronto de moda, influyeron bastante en el concepto de ciencia. El siglo XX se preocupó más, quizá, del desarrollo y cultivo de las distintas ciencias, que de los problemas generales de su clasificación, y por tanto, de la validez de cada una y otros problemas conexos.


En este trabajo monográfico trataremos el tema de la ciencia y su clasificación y veremos que existen diversos puntos de vista acerca de cada uno de estos temas, y que las formas de pensar y de concebir la ciencia van cambiando a lo largo del tiempo. Surgen nuevos conocimientos que descartan a otros, que hay distintos criterios para clasificar a las ciencias y para determinar un método aplicable a todas las ciencias. También percibiremos que todavía hay interrogantes sin una respuesta universal, ya que dan lugar a opiniones contradictorias y discutibles.

1. Breve Reseña Histórica

1.1. La Historia de la Ciencia

La Historia de la Ciencia es muy compleja y tropieza con dificultades desde la definición y la precisión de sus límites y resulta apasionante detenerse en los detalles. Cada ciencia, cada descubrimiento, cada científico y su época contienen elementos de información y especulación que abarcaría muchos volúmenes el hacerlo.

Las matemáticas pese a lo que creen muchos no es una ciencia sino un lenguaje, (pero considerada como ciencia por la gran mayoría de autores) es decir, una colección de entes abstractos que comunican ideas particulares y cada ciencia, en cada caso hace frecuentemente uso de las matemáticas para expresar sus conceptos y así como hay muchos lenguajes comunes hay muchas matemáticas y cada ciencia utiliza sólo algunos de sus conceptos.

1.2. La Grecia y el Medioevo

Lo ocurrido en Grecia en el Siglo V a.c representa para la humanidad el nacimiento de una nueva manera de apreciar la realidad uniendo la observación de los hechos con el uso de la razón en el intento de encontrar una explicación ajena a la intervención divina o de fuerzas sobrenaturales. Las explicaciones encontradas por los griegos en ese momento ya no son satisfactorias en la actualidad, pero en ciencia no hay verdades definitivas y cada autor, sabio, investigador o como quiera llamársele aporta algo que luego es superado, perfeccionado o abandonado. En el arte, la obra de cada autor se conserva íntegra en el tiempo y puede ser apreciado o no, pero la obra queda sin modificaciones. En cambio en la ciencia lo que se acepta actualmente es obra de centenares de autores que permanecen anónimos y sólo se recuerda a los que, en su momento, hicieron un aporte que les dio fama y reconocimiento pero que ahora ya carece de valor.

De la cultura griega se recuerdan los nombres de Tales de Mileto, Anaxágoras, Anaximandro, Aristóteles que hicieron avanzar el conocimiento aunque ahora sus ideas han sido ya superadas. Los aportes principales lo fueron en los intentos de explicar la composición de los cuerpos, pero confundieron los estados de la materia con su estructura. Así se pensaba que la materia estaba constituida por aire, tierra, agua y fuego unidos en diversas proporciones y que ahora vemos como la forma en que la materia se presenta en función de su temperatura, sólida, líquida, gaseosa o plasma.

Aristóteles (Estagira 384- Calcis 322 a.c.) es reconocido como uno de los más importantes científicos en la Historia de la humanidad, recolectó y clasificó rocas, plantas y animales, inventó la física como explicación del movimiento, originó la biología y la geología e intentó explicar las acciones humanas, la política, la ética y la psicología.

Los griegos también inventaron uno de los lenguajes de la ciencia, las matemáticas aunque esto los llevó, con Platón a la consideración de un mundo ideal, perfecto del que la realidad es sólo un remedo y del que sólo se tienen atisbos, como sombras proyectadas por el fuego en el interior de una caverna. La Ciencia tuvo que desprenderse de esas ideas para lograr avances significativos y lo consiguió después de 1000 años durante el Renacimiento.

La influencia de los griegos se extendió por el Mediterráneo y alcanzó su apogeo en Alejandría donde se crearon dos instituciones realmente trascendentes, la Biblioteca que conservó miles y miles de manuscritos y el Museo, la escuela de la ciencia, donde se rendía culto a las musas como inspiradoras del conocimiento Producto de ellos fueron las imágenes del mundo con la Tierra o el Sol al centro, la tierra esférica de tamaño conocido y muchos avances mecánicos que luego fueron olvidados.

La Biblioteca de Alejandría fue primero quemada cuando Julio César peleó en Egipto, fue reconstruída, llegando a tener cerca de un millón de manuscritos para entrar en decadencia con la intervención de las ideas religiosas. Podemos recordar como Hypatia (Alejandría 370 – 415) una mujer, que enseñaba filosofía y matemáticas fue asaltada, muerta y desollada por unos monjes durante los enfrentamientos ideológicos de la época. El destino final de la Biblioteca fue el cierre y dispersión definitiva bajo Teodosio en el año 391. La leyenda inventada en la Edad Media atribuye su fin a la entrada de los árabes de Omar cuando conquistaron Egipto en el año 644.

Durante la Edad Media considerada por muchos como una edad oscura hubieron dos avances fundamentales, por el lado de los árabes se mantiene y enseña mucho de lo avanzado por los griegos y se desarrolla el método experimental, es decir que para el conocimiento no es necesario sólo el observar los hechos sino que hay que provocarlos y determinar la manera cómo intervienen los diversos factores que lo condicionan. Es así que se desarrolla la química y se descubren nuevas sustancias, como el alcohol, cuyo nombre denuncia su origen. Por el lado occidental, en medio de guerras, pestes y hambrunas se originan las universidades y las discusiones filosóficas llevan al convencimiento del “nominalismo” que rescata el valor de los casos individuales y libera a la ciencia de las definiciones absolutas.

A finales de la Edad Media, con el Renacimiento comienza a desarrollarse la ciencia tal como la conocemos actualmente. No fue una tarea fácil, muchos acabaron en la miseria, el destierro o la tortura y la hoguera al oponerse a las ideas dominantes y aún ahora en los países mas avanzados del mundo ideas religiosas se contraponen con modelos científicos en enfrentamientos legales y legislativos Así está ocurriendo en los Estados Unidos con el debate entre evolucionistas y creacionistas que cuentan cada uno con el apoyo de la mitad de la población.

A pesar que las ideas y publicaciones de los científicos tienen una vigencia limitada en el tiempo, han servido para que se adopten nuevos enfoques y maneras de pensar, las que, a su vez, van siendo continuamente perfeccionadas. Es por ello que para la Historia de la Ciencia usualmente se considera la actuación de algunos científicos que han quedado en el registro histórico y en la memoria de la población, aunque, casi siempre hay otros, a veces los verdaderos descubridores de las ideas, que quedan en el olvido. Incluso de ha dado, irónicamente la “Ley de Stigler” que dice que ningún descubrimiento científico lleva el nombre de su autor.

2. Ciencia

2.1. Definición

Sobre este concepto no hay una uniformidad de criterios. Mientras algunos autores la asocian al resultado de la actividad científica: el conocimiento científico. Otros autores utilizan el concepto de "Empresa científica" incluyendo en su definición todas las actividades relacionadas con el conocimiento científico (la creación, investigación y difusión) y las organizaciones, privadas o publicas, que tienen como actividad principal la investigación o difusión de conocimiento científicos.

Para Ruben H. Pardo "El concepto de ciencia fue un descubrimiento fundamental del espíritu griego y dio origen a lo que se suele denominar cultura occidental. Así, más allá de todo elogio o de cualquier crítica posible hacia ella, cabe, desde un principio, reconocerla como el alfa y omega de nuestra civilización.

La idea actual de ciencia es otra ya que cada época histórica posee una concepción del saber basada en los criterios que ésta supone de lo que es conocimientos en sentido estricto".[1]

Esther Díaz, por su parte hace referencia a los sectores de la comunidad científica incluyéndolos en su concepción de la ciencia:

"(...)ciencia es un término de mucho mayor alcance que conocimiento científico. El conocimiento científico, entonces, forma parte de la ciencia. Pero la ciencia es más abarcativa, pues comprende también las instituciones gubernamentales y privadas que invierten en investigación científico-tecnológica, las universidades e institutos de investigación, las editoriales de temas científicos y, por supuesto, la comunidad científica, que está constituida por investigadores, editores, periodistas especializados, divulgadores científicos, docentes, alumnos, técnicos, metodólogos y epistemólogos[2]".

Sin embargo se acerca a la visión de Pardo cuando agrega:

"De los dos términos de ciencia que interesan aquí, Uno de ellos es de mayor extensión: se refiere al conocimiento que cada época histórica considera sólido, fundamentado y avalado por determinadas instituciones"[3].

Por otra parte introduce el concepto de "Empresa científica" cuando menciona que el otro sentido:

"más preciso, alude al conocimiento surgido entre los siglos XVI y XVII, cuyos fundadores fueron Copérnico, Kepler, Galileo y Newton, entre otros, y que, junto con las instituciones en las que se ha desarrollado, y se desarrolla, constituye la empresa científica"[4].

Otra visión, complementaria de las anteriores es la que tiene Mario Heller

"Cuando se habla de ciencia se hace referencia a un conocimiento. Es decir, a un cuerpo de ideas. A veces se confunde la tarea necesaria para producir esos conocimientos con los conocimientos mismos de éstos en tanto resultado de esa tarea. Hay que diferenciar, entonces, la investigación científica del conocimiento científico. La primera constituye la actividad productora del segundo." [5]:

Esta definición parece ser la más concreta, quizás a partir de la parcialización y diferenciación que hace de los distintos conceptos que involucran a la ciencia, a su actividad y los elementos que a partir de ella se pueden obtener.

Por otra parte y haciendo referencia al contexto histórico utiliza el concepto de "Conocimiento Científico" con el mismo criterio que Pardo usa el de "Ciencia", cuando dice:

"Toda época histórica posee una concepción del saber y supone una serie de criterios para diferenciar entre lo que es y lo que no es conocimiento. En la actualidad, nuestra concepción del saber toma como modelo el conocimiento científico. El saber auténtico tiene hoy que responder a los requisitos de la ciencia"[6]

En su libro Métodos de Investigación Social, William Good y Paul Hatt vinculan el concepto de ciencia al de método:

"(...)un método de acercamiento a todo el mundo empírico, es decir, al mundo que es susceptible de ser sometido a experiencia por el hombre".[7]

Por último, y relacionado con el conocimiento, aparece el concepto de Mario Bunge, quien además le adjudica ciertas características, sin las cuales, la ciencia, no sería tal:

"(...) un creciente cuerpo de ideas (...) que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible".[8]

Agrega, además, una definición según distintos aspectos de la ciencia:

“La ciencia como actividad -como investigación- pertenece a la vida social: en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología. [En cuanto desarrollo cultural](...) como un sistema de ideas establecidas provisionalmente (conocimiento científico), y como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica)".[9]

Y entonces tenemos nuevas definiciones según el punto de vista desde el cual se analiza el concepto de ciencia: la ciencia como actividad, la ciencia como conocimiento, la ciencia como sistema de ideas y la ciencia como actividad productora de nuevas ideas.

Un análisis bastante parecido al que hace Mario Heller, aunque sin conceptualizar las distintas visiones.

2.2. Características

Sobre este aspecto de la ciencia hay un criterio bastante uniforme aunque todos los autores hablan de características del conocimiento científico.

Si bien existen algunas diferencias sobre los conceptos utilizados para caracterizar a la ciencia, esencialmente hablan de lo mismo.

Para Esther Díaz, por ejemplo, el conocimiento científico se caracteriza por ser:

· Descriptivo, explicativo y predictivo.
· Crítico-analítico.
· Metódico y sistemático.
· Controlable.
· Unificado.
· Lógicamente consistente.
· Comunicable por medio de un lenguaje preciso.
· Objetivo
· Provisorio."[10]

Mientras que Pardo enumera las siguientes características:

· Fundamentación (coherencia lógica y contrastación empírica.
· Sistematicidad.
· Capacidad explicativa y predictiva (mediante leyes) de la realidad;
· Carácter crítico;
· Ambición de objetividad".[11]

Mario Heller por su parte:

· Legalista (busca leyes, con las que explica, retrodice y predice los hechos)
· Fundamentado (lógica y empíricamente)
· Sistemático
· Metódico
· Provisorio
· Objetividad.[12]

Sobre este tema se podría sintetizar que la ciencia o el conocimiento científico es un saber:

2.2.1. Descriptivo, explicativo y predictivo.

Porque intenta describir los fenómenos que estudia explicando su funcionamiento y anticipando como se comportaran esos fenómenos en el futuro.

2.2.2. Metódico y sistemático

Porque sigue determinadas pautas o métodos para dar cuenta de sus investigaciones y se articula dentro de un sistema de teorías que la sustentan.

2.2.3. Contrastable

Ya que sus teorías y sus métodos son públicos.

2.2.4. Claro y preciso

Porque sus explicaciones deben estar exentas de toda ambigüedad.

2.2.5. Objetivo

Para evitar por todos los medios la visión subjetiva del investigador.

2.2.6. Provisorio

Porque el conocimiento probado hoy puede ser refutado mañana por un conocimiento superior.

2.2.7. Crítico

Para cuestionar permanentemente el saber provisorio que aun no ha sido refutado.

3. El Método Científico

Método es la forma ordenada de proceder para llegar a un fin. “Método científico es el modo ordenado de proceder para el conocimiento de la verdad, en él ámbito de determinada disciplina científica.” [13]

El método tiene como fin determinar las reglas de la investigación y de la prueba de las verdades científicas. Engloba el estudio de los medios por los cuales se extiende y ordena sus conocimientos.

Toda ciencia tiene su método específico pero podemos encontrar ciertas características generales. El conocimiento científico parte de principios, sobre los cuales se basan dos actividades fundamentales de la ciencia:

los principios se toman de la experiencia, pero pueden ser hipótesis o postulados

a partir de los principios la ciencia usa la demostración, para obtener conclusiones que forman el saber científico.

Viéndolo así, la ciencia es el conocimiento de unas conclusiones, obtenidas demostrativamente a partir de unos principios. Un saber científico es un orden de proposiciones, relacionadas entre sí por nexos demostrativos. Los elementos más importantes del método son: la investigación experimental, los procedimientos de la demostración y el establecimiento de los principios.[14]

Pueden distinguirse:

a) El método de descubrimiento o de investigación, más intuitivo y desorganizado, donde se encuentran la experiencia, la razón, las hipótesis del trabajo y casi todos los elementos lógicos de la ciencia.

La investigación comprende varios pasos:

Ø Selección y determinación de los problemas más importantes
Ø Estudio de las posibles soluciones, comparando distintas posiciones históricas o de otros autores
Ø Formulación de las conclusiones seguras, diferenciándolas de las hipotéticas
Ø Crítica de las posiciones adversas

Se distingue el análisis, que va de las cuestiones generales a sus partes y la síntesis que reconstituye el todo partiendo de los resultados del análisis.

b) El método científico comprende los pasos lógicos y no simplemente temporales, que integran el desarrollo racional del saber: este orden pertenece a la ciencia en estado perfecto, ya ordenada y fundamentada y lista para ser enseñada.

Cuenta de cuatro procedimientos: observación, experimentación, hipótesis y teoría.

Un famoso historiador de las ciencias y educador, James B. Conant, de la Universidad de Harvard, se burlaba de quienes creía que existe algo parecido a el método científico. Entre los métodos que utiliza el científico se encuentran métodos definitorios, métodos clasificatorios, métodos estadísticos, métodos hipotéticos deductivos, procedimientos de medición y muchos otros, por lo que hablar del método científico es referirse a muchas tácticas utilizadas para construir el conocimiento. Esto puede estar bien, pero los métodos y la misma noción de ciencia se van modificando a lo largo de la historia de la ciencia. Sin embargo entre tantas tácticas se encuentran estrategias fundamentales. Por ejemplo si excluimos las ciencias formales y las sociales, y nos referimos únicamente a las ciencias naturales (biología, química, física) resulta obvio que el método hipotético deductivo y la estadística son esenciales para la investigación en estas áreas.

3.1. El método según Descartes

Descartes describía el método de esta manera:

“Entiendo por método, reglas ciertas y fáciles, gracias a las cuales quien las observe exactamente no tomará nunca lo falso por verdadero, y llegará, sin gastar inútilmente esfuerzo alguno de su espíritu, sino aumentando siempre, gradualmente, su ciencia, al verdadero conocimiento de todo aquello de que sea capaz”[15].

El criterio que permite no confundir lo falso con lo verdadero para Descartes es la evidencia. Las cuatro reglas de su método son las siguientes, la primera se refiere a este criterio:

q No aceptar como verdadero lo que con toda evidencia no se reconociese como tal.
q Dividir cada una de las dificultades en tantas partes como sea necesario para resolverlas.
q Ordenar los conocimientos desde los más sencillos hasta los más complejos
q Hacer enumeraciones completas y generales que aseguren que no se omitió nada


3.2. El método según Galileo

Galileo afirmaba que la lógica deductiva enseña a darnos cuenta si los razonamientos y demostraciones son concluyentes; pero no enseña a encontrarlas.

El método para él consistía en la demostración rigurosa, tomando como modelo la matemática, aplicada a enunciaciones ciertas y comprobadas por medio de la experiencia. Creía que luego de hecha la experiencia, observada objetivamente, utilizando el método demostrativo de la matemática es imposible que haya errores.

No creía que existieran términos medios entre la verdad y a falsedad.

Galileo sostenía que el método de Aristóteles era el suyo: limitarse a los sentidos, a la observación, a las experiencias y después buscar los medios para demostrar eso y no otra cosa.

3.3. El método según Bacon

Bacon pensaba que no debemos atenernos a la simple experiencia suministrada por los sentidos, ni a la simple razón; no debemos ser empíricos ni dogmáticos.

Señalaba los prejuicios que impedían el progreso científico y a estos les dio el nombre de “ídolos” o fantasmas”. Los clasifico en ídolos de la tribu o raza, los de las cavernas, los del foro y los del teatro.

Opone su método al de la inducción completa, que consiste en obtener de un conjunto de casos una afirmación general que vale para todos los casos. Porque pensaba que no permitía el progreso de los conocimientos. La deducción tampoco lo permite porque ofrece solamente lo que está en las premisas. Piensa que para descubrir los secretos de la naturaleza hay que utilizar otro método.

Afirmaba que no alcanzaba con hacer una experiencia, sino que había que variarla, transferirla, prolongarla, invertirla, compararla. A esta teoría del descubrimiento la llamó “la caza del Pan”. (Pan era un dios que logro descubrir a la diosa Ceres).

Las experiencias deben ser registradas en “tablas” y que son: de presencia, de ausencia y de comparación.

3.4. Los Métodos de Mill

Para John Stuart Mill los métodos son cuatro: el de concordancia, el de diferencia, el de variaciones concomitantes y el de residuos.

v Método de concordancia. Si dos o más casos tiene una circunstancia común, ésta es la causa (o efecto) del fenómeno. Se trata de estudiar casos diferentes para ver en qué concuerdan.

v Método de diferencia. Si un caso donde se presenta el fenómeno y otro donde no se presentan tiene todas las circunstancias comunes menos una, esa es la causa (o parte de la causa) del fenómeno. Se trata de buscar casos que se parezcan en todas sus circunstancias y difieren en alguna.

v Método conjunto de concordancia y diferencia. Se trata de la utilización conjunta de los otros dos métodos: una concordancia y una diferencia.

v Método de variaciones concomitantes. Se trata de establecer relaciones de causa y efecto entre dos fenómenos. Los fenómenos estudiados podrían ser ambos efectos de una misma causa.

v Método de residuos. Se trata de averiguar las causas cuya presencia no puede ser eliminada por experimentación.

4. Clasificación de las Ciencias

Las ciencias pueden clasificarse de acuerdo a múltiples criterios, por su objeto, por su método, por su finalidad, por su orden histórico de aparición, etc.

Se suelen clasificar por objetos de estudio o por métodos. El objeto de estudio es el sector o ámbito de la realidad estudiada y la perspectiva o punto de vista que interesa en la investigación. En esta clasificación, las ciencias de objetos ideales serían deductivas y las de objetos reales serían inductivas.

Los métodos se pueden ver de dos maneras: por un lado como un procedimiento para lograr conocimientos, y por otro como la forma de justificación de la verdad de las proposiciones científicas. La clasificación por el método las ordena en ciencias deductivas y en ciencias inductivas. Las inductivas son las ciencias empíricas, de la observación y parten de la experiencia para llegar a leyes. Las deductivas son las ciencias abstractas o ideales, y parten de definiciones elaboradas por la razón y de verdades generales para deducir de ellas propiedades nuevas. Esto no es muy riguroso porque no existen en la realidad ciencias puramente deductivas ni ciencias puramente inductivas. Se apoya en la naturaleza del objeto a que se aplican las ciencias.

Modernamente el filósofo alemán Rickert propuso una nueva clasificación de las ciencias según sus métodos. Las dividió en dos grandes grupos, en las que aplican el método naturalista y las que aplican el método histórico, es decir, en las que buscan el conocimiento general (leyes) o el conocimiento de lo singular.

La clasificación por la finalidad, las divide en teóricas, normativas y prácticas. Las teóricas buscan el conocimiento de las leyes, su objeto es averiguar como son las cosas. Pueden ser abstractas y concretas. Las abstractas buscan leyes generales, prescindiendo de los objetos y las concretas buscan conocer los objetos y a los seres en sus caracteres propios. Las normativas buscan establecer normas, su objeto no es investigar cómo son las cosas sino cómo deben ser. Las prácticas nos dan reglas para la acción.

El orden de aparición histórico de cada ciencia también puede ser criterio de clasificación. Porque nos muestran cómo van apareciendo en relación con las ya existentes y que toman de éstas.

La división más aceptada es la de ciencias fácticas y formales.

Las ciencias fácticas trabajan con objetos reales que ocupan un espacio y un tiempo. La palabra “fáctica” viene del latín factum que significa “hecho”, o sea que trabaja con hechos. Se subdividen en naturales y sociales. Las primeras se preocupan por la naturaleza, las segundas por el ámbito humano. El hombre es un ser natural, pero su mundo ya no es natural. La naturaleza se desenvuelve independientemente de la voluntas el hombre, en cambio, el mundo del hombre es creado por él. Las naturales son la biología, física, química, etc. Y las sociales son sociología, economía, psicología, etc. La verdad de estas ciencias es fáctica porque depende de hechos y es provisoria porque las nuevas investigaciones pueden presentar elementos para su refutación.

Las formales trabajan con formas, es decir, con objetos ideales, que son creados por el hombre, que existen en su mente y son obtenidos por abstracción.. Las ciencias formales son la lógica y la matemática. Les interesan las formas y no los contenidos, no les importa lo que se dice, sino como se dice. La verdad de las ciencias formales es necesaria y formal.

Esta división tiene en cuenta el objeto o tema de estas disciplinas, también da cuenta de la diferencia de especie entre los enunciados que establecen las ciencias formales y las fácticas. Mientras los enunciados formales consisten en relaciones entre signos, lo enunciados de las ciencias fácticas se refieren, mayoritariamente, a sucesos y procesos. Además esta división tiene en cuenta el método por el cual se ponen a prueba los enunciados verificables. Mientras que las ciencias formales se conforman con la lógica para comprobar sus teoremas, las ciencias fácticas recurren a la observación y /o al experimento.

Las ciencias formales demuestran o prueban; las fácticas verifican (confirman o desconfirman) hipótesis que mayoritariamente son provisionales. La demostración es completa y final; la verificación es incompleta y temporaria.

Otras clasificaciones son las de Aristóteles, Francis Bacon y Augusto Comte.

4.1. Aristóteles.

Se basa en una ciencia fundamental, la filosofía primera (protofilosofía) que estudia la realidad última y la esencia inalterable de las cosas. A esta ciencia se le llama hoy metafísica y a ella se encuentran subordinados 3 grupos de filosofías (ciencias) segundas: teoréticas o especulativas (matemática, física e historia natural); prácticas (la moral, la economía y la política); y poéticas (retórica, dialéctica y poética).

4.2. Francis Bacon

Hizo una clasificación fundada en su teoría de las facultades del intelecto, que se resumen en tres principales: la imaginación, la memoria y la razón. De la imaginación deriva la historia (civil y natural); de la imaginación deriva la poesía (narrativa, dramática y parabólica); y sobre la razón se funda la filosofía. Esta tiene un triple objeto: Dios, la naturaleza y el hombre. Y de estas deriva la teología (estudia a Dios, a los ángeles y a los demonios), la filosofía natural (metafísica, física y matemática) y la filosofía humana o antropología (medicina, psicología, lógica, etc.).

4.3. Augusto Comte

Hizo una clasificación más compleja. Primero las dividió en auténticas e inauténticas. Las auténticas son las que presentan leyes y las inauténticas las que no las presentan. Las inauténticas son las ciencias concretas, o sea las que estudian hechos individuales, son esencialmente descriptivas. Y las auténticas son explicativas, y además abstractas porque buscan leyes.

Las ciencias auténticas se dividen en puras y aplicadas. El objeto de las puras es conocer las leyes en sí mismas y por sí mismas, independientemente de las aplicaciones teóricas y prácticas. Las aplicadas consideran a las leyes para hacerlas servir a una explicación o a la práctica. La clasificación de las ciencias debe tomar en cuenta sólo las ciencias puras.

Entre las puras se encuentran las particulares y las generales. La clasificación debe tomar en cuenta sólo las generales.

A su vez las ciencias generales se deben clasificar en relación con sus objetos, que son los fenómenos de la naturaleza. Estas ciencias generales son: la matemática, la astronomía, la física, la química, la biología y la sociología.

Estas ciencias en están en un ordenadas jerárquicamente, cada una de ellas aporta algo nuevo con relación a la anterior y tiene un valor superior.

5. El Valor De La Ciencia

Los puntos de vista acerca del valor de la ciencia son muy variados y hasta opuestos.

Ø Para unos la función de la ciencia es dar un explicación posible de los hechos. Si la ciencia los explica de manera satisfactoria para nuestra razón, entonces la teorías con la que se presenta dicha explicación es válida.

Ø Para otros, la ciencia tiene que ofrecernos un sistema único que descifre la realidad que también es única. No hay dos realidades, por lo que no pueden hacer dos explicaciones válidas de la realidad. La ciencia es una porque la realidad es una. Para estas personas la función de la ciencia es cognoscitiva, aspira a conocer la realidad.

Ø Otros afirman que la ciencia es una creación del hombre. Ven el principal valor de la ciencia en el descubrimiento de las armonías del pensamiento, que pueden coincidir o no con la armonía de la realidad. Muchos matemáticos vieron en su ciencia como un juego de ajedrez, donde el pensamiento dicta las leyes a las que luego se somete. La función de la ciencia, entendida así, es ante todo, estética.

Ø También hay quienes afirman que la función de la ciencia es práctica: la ciencia es un instrumento para dominar la realidad.

5.1. Valor explicativo de la ciencia

Einstein comparaba la ciencia con una novela policial. Se trata de un misterio no resuelto, del cual no podemos estar seguros que tenga solución. El libro viene a ser la naturaleza, todo lo que existe. A medida que lo leemos vamos conociendo más acerca de sus personajes, nos emocionamos, descubrimos pistas, etc. Pero a pesar de que leamos mucho estamos lejos de la solución y no sabemos con seguridad si ésta existe. Pudimos explicar ciertos datos de manera coherente pero luego aparecen otros que nos hacen cambiar de parecer. En las novelas policiales llega un momento en le que se disponen de todos los datos, en la novela policial de la naturaleza nunca se disponen de todos los datos. Tampoco se puede ir a la última página del libro a ver la solución. El hombre de ciencia tiene que buscar los datos ordenarlos coherentemente. Pero el científico no cuenta con un crimen ya cometido, tiene que cometerlo él, para luego investigarlo.

Para Einstein y para muchos hombres de ciencia contemporáneos, el misterio será siempre indescifrable.

Hay quienes sostiene que la ciencia no tiene que dar una explicación posible de los hechos, sino la explicación. Para estas personas (James Jeans, entre ellos) el mundo físico tiene una racionalidad que la ciencia se esfuerza por descubrir.

5.2. Valor estético de la ciencia


Lo que al hombre de ciencia le interesa es la belleza de ese juego de relaciones que al final de su investigación establece. Esto no significa que la función de la ciencia se limite a contemplar estéticamente la armonía de las relaciones pensadas por el hombre. La coincidencia de esa armonía con la del universo, forman otra armonía, más sorprendente que la del pensamiento científico. En esa armonía se unen lo bello y lo útil, y gracias a ella la ciencia no es solamente un juego sino que se convierte en un instrumento para que el hombre domine el mundo. La naturaleza debido a esta armonía se somete a los fines del espíritu.

5.3. Valor descriptivo de la ciencia



La ciencia debe limitarse a darnos una descripción clara y económica de los hechos positivos. Este punto de vista es defendido por Mach en su libro “Análisis de las sensaciones”. Sostiene que la ciencia tiene que observar un solo campo y trabajar en él: el de las sensaciones que es todo lo que podemos conocer. Exista o no un mundo exterior la ciencia tiene que limitarse a el mundo de las sensaciones. En este mundo hay relaciones funcionales que el hombre de ciencia debe descubrir. No es necesario hablar de causas ni de fuerzas misteriosas, sólo debemos decir sucede esto, luego esto otro, etc. Podemos descubrir relaciones que nos permitirán prever que sucederá, pero nada más.

5.4. Valor práctico y social de la ciencia


Una interpretación contemporánea le atribuye a la ciencia un simple valor instrumental. Establece que una teoría científica sólo tiene el sentido que le dan las consecuencias prácticas que resultan de ellas y las leyes científicas son simplemente normas de acción.

En el siglo XIX se veía a la ciencia como la posible salvación de la humanidad. El conocimiento científico es el único universalmente comunicable y el único justificable porque no se funda en la experiencia privada. La unidad de los hombres sólo es posible a través del pensamiento científico, que, a la vez, nos permita dominar la naturaleza y liberará al espíritu de toda estrechez subjetiva.

6. Objetividad De La Ciencia

En la explicación de los hechos no debe intervenir nada individual, ni preferencias, ni tendencias ni aspiraciones, ni tampoco deben ser agregadas a éstos. La ciencia quiere ser conocimiento, puede que el hombre de ciencia sea impulsado por una pasión, y puede quedar satisfecho con los resultados obtenidos pero el conocimiento mismo no debe verse afectado por estos elementos. Se puede decir que la búsqueda del conocimiento es un acto de coraje porque hay que sacrificar todo interés que no sea el de la verdad.

El hombre trabaja con su inteligencia, la voluntad y el sentimiento se ponen al servicio de ésta. No hay que utilizar la inteligencia para que amolde los hechos a fines diferentes a la obtención de la verdad.

Descartes dijo que la ciencia pretende conocer las cosas como las conoce Dios. Por esta afirmación se lo ha criticado y elogiado.

Se ha dicho que la ciencia es ver la realidad a través de un manera de pensar, que las cosas no son lo que ellas son sino lo que nosotros somos, aquí interviene la subjetividad.

Pero la ciencia trata de eliminar toda subjetividad. Hay que aclarar que esto no significa la eliminación del sujeto, sino que este interviene activamente con su inteligencia. Por ser una creación del hombre necesita de su inteligencia. La eliminación de la subjetividad significa una eliminación de los elementos afectivos y volitivos (de la voluntad). Estos no se tienen que incorporar al sistema de relaciones en que consiste la ciencia y no deben modificar el fin de la ciencia, que es conocer la realidad.

La ciencia es objetiva pero es un hecho humano.

La objetividad posee características propias que enunciaremos a continuación:

a) Conjunto de objetos estudiados
El conjunto de objetos estudiados está formado por los datos exteriores al sujeto, desde una proposición hasta una teoría son independientes de quien las dice. Son situaciones que no tienen que ver con la subjetividad del investigador.

b) Lenguaje compartido

Se utiliza un lenguaje compuesto por términos unívocos (que tiene un solo significado) y por lo tanto es imposible confundir significados y no da lugar a ambigüedad.

c) Metodologías rigurosas.

La ciencia se maneja con una metodología rigurosa. Necesita coherencia y lógica en su parte teórica y adecuarse a los hechos en su parte práctica. Por medio de un método establecido y siguiendo ciertos pasos se llegan a los resultados buscados. Este método no puede ser aleatorio, debe ser preestablecido de antemano y cumplido de forma prolija.

d) Sujetos que enuncian teorías y las controlan (comunidad científica)

Los sujetos que crean teorías y las controlan integran la comunidad científica. Ésta es una sociedad disciplinada, donde sus miembros están capacitados para desempeñarse en ella. Las teorías que crea son sometidas a crítica intersubjetiva, por lo que esta comunidad es garantía de objetividad. Puede aprobar o rechazar el poder explicativo de las teorías

Pero con respecto a estas características, se hacen objeciones.

Existen teorías contrarias entre sí y coexistentes. Esto nos hace pensar en cómo podemos saber que teorías son validas y si hay alguien calificado para establecer su validez o invalidez. Con el paso del tiempo vemos que unas teorías se sobreponen a otras, pero al haber existido teorías vigentes simultáneamente nos demuestra que hay elementos que distorsionan la objetividad. Las réplicas que se hacen a este punto son que: puede que no haya acuerdo respecto al objeto estudiado, este esta formado por las teorías y técnicas; hay distintas interpretaciones de un mismo objeto de estudio; no existe alguien totalmente ecuánime (justo, objetivo) e imparcial para decidir entre teorías rivales y que hay teorías vigentes que definen al objeto de estudio en determinado momento, pero su vigencia sería arbitraria ya que no hay pautas para decidir entre teorías rivales, ni tribunal que las aplique.

En segundo lugar, el lenguaje compartido hace posible ala intersubjetividad. La teoría forma al objeto de estudio y también al lenguaje científico, por eso lo dicho en el punto anterior es válido también para este.

En tercer lugar se crítica que el método es un medio y no se accede a todos los objetos por el mismo medio. El método debe ser riguroso mientras no signifique “atarse” a un procedimiento rígido. Como el método surge del sujeto no otorga objetividad por sí mismo.

Y por último se plantea si la comunidad científica actúa independientemente de otras comunidades sociales

CONCLUSIONES

1. La ciencia es entendida como: actividad, la ciencia como conocimiento, la ciencia como sistema de ideas y la ciencia como actividad productora de nuevas ideas.

2. En cuanto a la clasificación de la ciencias, no existe una clasificación exacta y precisa, solo existe formas de clasificarla debido a que algunas materias no son consideras como ciencias y otras si, como por ejemplo las matemáticas, que para algunas son ciencias formales y para otros un lenguaje mas.

3. El método científico tiene como fin determinar las reglas de la investigación y de la prueba de las verdades científicas. Engloba el estudio de los medios por los cuales se extiende y ordena sus conocimientos.

4. En cuanto al valor de la ciencia esta en dar una explicación posible de los hechos. Si la ciencia los explica de manera satisfactoria para nuestra razón, entonces la teorías con la que se presenta dicha explicación es válida, siempre y cuando no se refieran a una verdad absoluta.


BIBLIOGRAFIA


- Abbagnano, Nicolas. Historia de la Filosofía. Montaner y Simón, S.A. Barcelona 1964.
- Alvarado de Piérola, Carlos. Epistemología. Editorial Mantaro. Lima. 2005
- Barreda Tamayo, Oscar. Epistemología General (antología). Ediciones UNSA. Arequipa. 2002
- Bunge, Mario. La Ciencia, su Método y su Filosofía. Buenos Aires. Ediciones Siglo Veinte, 1996.
- Esther Díaz, Mario Heler. “El conocimiento científico”, Ed. Universitaria de Buenos Aires. Biblos, 1997.
- Esther Díaz, Mario Heler. Hacia una visión crítica de la ciencia. Buenos Aires. Biblos, 1992.
- Esther Díaz, Mario Heler. Metodología de las ciencias sociales. Buenos Aires. Biblos, 1997.
- Goode, William y Hatt, Paul. Métodos de investigación social. México. Editorial Trillas S.A., 1970.
- J. José Sanguineti. “Lógica”, EUNSA, Libros de Iniciación Filosófica.
- M. Fartos Martínez. La metodología de las ciencias y algunos problemas, en “Anuario filosófico”, Universidad de Navarra, 1979, 12 nº2.


ANEXO

Platón (c. 428-c. 347 a.C.), filósofo griego, uno de los pensadores más originales e influyentes en toda la historia de la filosofía occidental.

Aristóteles (384-322 a.C.), filósofo y científico griego, considerado, junto a Platón y Sócrates, como uno de los pensadores más destacados de la antigua filosofía griega y posiblemente el más influyente en el conjunto de toda la filosofía occidental.

Francis Bacon, barón de Verulam (1561-1626), filósofo y estadista inglés, uno de los pioneros del pensamiento científico moderno.

Galileo (Galileo Galilei) (1564-1642), físico y astrónomo italiano que, junto con el astrónomo alemán Johannes Kepler, comenzó la revolución científica que culminó con la obra del físico inglés Isaac Newton.

Auguste Comte (1798-1857), filósofo francés, considerado el fundador del positivismo y de la sociología.

John Stuart Mill (1806-1873), filósofo y economista británico que causó gran impacto en el pensamiento británico del siglo XIX

Albert Einstein (1879-1955), físico alemán nacionalizado estadounidense, premiado con un Nobel, famoso por ser el autor de las teorías general y restringida de la relatividad y por sus hipótesis sobre la naturaleza corpuscular de la luz. Es probablemente el científico más conocido del siglo XX.
____________________________________

[1] Metodología de las ciencias sociales. Díaz, Esther. Capitulo III Pag. 67. Buenos Aires. Biblos, 1997.
[2] Metodología de las ciencias sociales. Díaz, Esther. Capitulo I Pag. 20. Buenos Aires. Biblos, 1997.
[3] Ibíd.
[4] Metodología de las ciencias sociales. Díaz, Esther. Capitulo I Pag. 20. Buenos Aires. Biblos, 1997.
[5] Hacia una visión crítica de la ciencia. Díaz, Esther. Capitulo V. Pag. 118. Buenos Aires. Biblos, 1992.
[6] Hacia una visión crítica de la ciencia. Díaz, Esther. Capitulo V. Pag. 117. Buenos Aires. Biblos, 1992.
[7] Métodos de investigación social. Goode, William y Hatt, Paul. Capitulo 2. Pag. 16. México. Editorial Trillas S.A., 1970.
[8] La ciencia, su método y su filosofía. Bunge, Mario. Pag. 9. Buenos Aires. Ediciones Siglo Veinte, 1996.
[9] La ciencia, su método y su filosofía. Bunge, Mario. Pag. 9. Buenos Aires. Ediciones Siglo Veinte, 1996.
[10] Metodología de las ciencias sociales. Díaz, Esther. Capitulo I Pag. 15. Buenos Aires. Biblos, 1997.
[11] Metodología de las ciencias sociales. Díaz, Esther. Capitulo III Pag. 71. Buenos Aires. Biblos, 1997.
[12] Hacia una visión crítica de la ciencia. Díaz, Esther. Capitulo V. Pag. 125. Buenos Aires. Biblos, 1992.
[13] Definición hallada en “Lógica” de Sanguineti
[14] M. Fartos Martínez. La metodología de las ciencias y algunos problemas, en “Anuario filosófico”, Universidad de Navarra, 1979, 12 nº2, pp. 31-63

[15] Abbagnanno, Nicolas. Historia de la Filosofía. Montaner y Simon, S.A. Barcelona 1964 Pág. 689

miércoles, 10 de junio de 2009

EL MITO DE LA CAVERNA: PLATÓN

Por: María Julia del Carmen Benites Goicochea[1]

ÍNDICE.
INTRODUCCIÓN
1. INFLUENCIA EN EL PENSAMIENTO DE PLATÓN.
Heráclito de Efeso
Parménides de Elea
Pitágoras de Samos
Sócrates
2. EL MITO DE LA CAVERNA.
Diálogo entre Sócrates y Glaucón
Análisis de los símbolos del Mito por dimensiones
3. EL DESTINO DEL FILÓSOFO EN EL MUNDO
4. INFLUENCIA DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS EN LA TEORÍA DEL ESTADO
5. COLOFÓN
6. BIBLIOGRAFÍA


INTRODUCCIÓN

El autor que ocupa la presente monografía es un filósofo griego de gran influencia en su época, y cuyas ideas pueden ser contrastadas hoy en día con la realidad, vislumbrando una cierta vigencia; asimismo, fundó una entidad dedicada a cultivar la educación y a propalar el conocimiento, en donde no existía la discriminación pues el único requisito para ingresar era tener conocimientos básicos de matemática (ello, por la influencia que ejerció el filósofo Pitágoras de Samos), a dicha institución la denominó: La Academia.
Indudablemente estamos hablando de Platón (428 – 347 a.C.), quien en el transcurso de su vida apreció que en Grecia la corrupción campeaba entre los gobernantes, lo cual motivó a Platón a esbozar una Teoría del Estado, pero basada en los conocimientos que impartía en La Academia; es decir, se valió de la vida “académica” para enfrentar la realidad adversa, lo cual explica como la actividad de la educación (conocimientos) y la filosofía (reflexión) sirven a la sociedad para solucionar los problemas que la aquejan, toda vez que Platón tomó su Teoría de las Ideas para establecer su Teoría del Estado como solución a la corrupción, es decir para llegar a organizar un Estado Perfecto.
En el presente trabajo hemos tomado la fuente directa (Diálogos de Platón) para explicar la Teoría de las Ideas de Platón (la que origina la Teoría del Estado), la misma que se encuentra relatada a través de una alegoría o mito de la caverna (Libro VII, La República), en este sentido se ha analizado el referido mito desde las perspectivas de su origen (influencias) así como de sus dimensiones o puntos de vista como antropológico, gnoseológico, ético y político, para concluir en una visión personal o colofón.
Bien, demostraremos que Platón no solo vislumbró un problema – la corrupción – sino que propuso una solución concreta, y que esta solución parte de la educación y la filosofía; así como la importancia y rol que juega el filósofo en la sociedad de ayer, hoy y del futuro.


1. INFLUENCIA EN EL PENSAMIENTO DE PLATÓN.
1.1. Heráclito de Efeso (544-504 a.C.).
Es un filósofo presocrático, cuya preocupación fue encontrar la respuesta a la pregunta inicial del mundo, es decir buscaba la respuesta al ¿Por qué de lo existente?. Llamado también “El Oscuro” debido a que sus pensamientos los transmitió a través de la escritura en la forma de aforismos (ideas sueltas, no discursivas), es decir no las transmitía bajo los parámetros de método alguno, por lo cual no se encuentran en orden, pensamiento a pensamiento. Es conocido por ser el creador de la metáfora del río: “no podemos sumergirnos dos veces en el mismo río” fundamentando que en el mundo nada es estático, sino que todo tiene movimiento, el mismo que produce cambios en los seres que lo habitan. Se explica que no podemos sumergirnos en el mismo río porque cuando tratemos de volver hacerlo el agua ha transcurrido y por tanto cambiado, y de otro lado, quien trate de hacerlo también se ha afectado con este fenómeno natural del cambio. Heráclito buscaba el arjé, y al observar que en la naturaleza todo se encontraba en continuo cambio, advirtió que su misión debía ser la de buscar la ley del cambio, y que si lo encontraba, pues había hallado la respuesta a su constante pregunta. En este sentido, Heráclito llegó a decir en sus Fragmentos (Sext. Adv. Math. VII 132, y Sext. VII 133) [2] que la ley del cambio se explica a través del “Logos”, que no es otra cosa que la lucha de opuestos o contrarios, lo cual, a su vez, era clasificado en el Logos Manifiesto o naturaleza (lo que cambia y puede observarse), y el Logos Oculto o principio que no se puede ver (y que no cambia), en este último aspecto Heráclito halló la contradicción a su tesis.
No obstante ello, ejerció influencia en Platón, por lo que llegó a compartir la teoría del cambio expuesta por Heráclito al establecer la realidad sensible en su Teoría de las Ideas.

1.2. Parménides de Elea (540-¿?a.C.).
En contraposición a la Teoría del arjé de Heráclito, se presenta la tesis de Parménides, esbozada en el denominado Discurso de la Verdad, que parte de la razón para explicarlo, manifestando que esta solo tiene tres vías posibles: a) La del ser, que es y no es posible que no sea; b) La del no ser, que no es y no es posible que sea (representa la ignorancia); y c) La del ser que no es y del no ser es. De las cuales, para Parménides, solo, la primera es posible, es decir el camino de la persuasión que acompaña a la verdad[3]
Por tanto para Parménides el movimiento, el cambio y toda la realidad es pura ilusión de los sentidos, pues solo existe el ser, y este es único, increado, inmóvil, eterno, perfecto y esférico[4]; lo cual fue recogido por Platón para explicar la realidad ideal del alma.

1.3. Pitágoras de Samos (Siglo V a.C.).
Influenció a Platón en cuanto a su pensamiento místico – religioso referido a la trasmigración de las almas, por ello se explica un grado de parentesco entre los seres vivos. Esta no es sino, la referencia a la inmortalidad del alma que Pitágoras la explicó en su teoría de la metempsicosis: la trasmigración de las almas de un cuerpo a otro a la muerte del primero. Entonces, debido a una culpa originaria, el alma estaba obligada a reencarnarse en sucesivas sustancias corpóreas, en este sentido la reencarnación era posible no solo de un ser humano a otro, sino también de un ser humano a un animal o a una planta, a través de ciclos cerrados. Estos ciclos solo pueden ser interrumpidos a través de la purificación adecuada. Esta purificación encuentra sus reglas en las normas éticas y los ritos de la matemática de la armonía y la proporción (De Diógenes Larcio)[5].
En conclusión, la metempsicosis es la teoría que defiende la inmortalidad del alma y su transmigración de uno a otro cuerpo a la muerte del primero. Aún hoy profesada en Oriente por las religiones hinduista y budista; la doctrina de la reencarnación llegó a Grecia con la secta mistérica de los órficos y con las enseñanzas de Pitágoras. La importancia en el entorno de la filosofía radica en que fue lo que llevó a Platón a sostener la tesis de la anamesis[6].
A parte de la concepción espiritualista del alma; también Platón fue influenciado por la Matematización de la realidad física de Pitágoras (que constituían la cualidad volitiva del alma en la Teoría de las Ideas), mediante la cual explica los sólidos cosmicos. Sostiene que sólo existen cinco poliedros regulares, que los pitagóricos veneraban y que llamaban sólidos cósmicos aunque fue Euclides el que demostró que no hay más poliedros regulares. Estas cinco figuras geométricas fueron admiradas, entre otros, por Platón que pensó que representaban los elementos fundamentales que constituían el mundo:



AIRE – AGUA – FUEGO - TIERRA - COSMOS



OCTAEDRO, ocho caras que son triángulos equiláteros. Para Platón EL AIRE.

ICOSAEDRO, veinte caras que son triángulos equiláteros. EL AGUA para Platón.

TETRAEDRO, cuatro caras que son triángulos equiláteros. EL FUEGO para Platón.

CUBO, seis caras que son cuadrados. Según Platón LA TIERRA.

DODECAEDRO, doce caras que son pentágonos regulares. Platón lo identificó con EL COSMOS.[7]

Los Pitagóricos, entonces influenciaron a Platón para dar sustento a su Teoría de las Ideas.



1.4. Sócrates.
La humanidad nunca hubiera conocido el pensamiento de Sócrates sino fuera por Platón quien escribió algunos diálogos que este – su maestro – sostuvo con personajes durante su vida. Platón siendo discípulo de Sócrates, fue influenciado por este en sus diversas concepciones sobre el mundo; solo haré mención a los pensamientos socráticos que ejercieron influencia en Platón para esbozar su Teoría de las Ideas.
Al respecto, se aprecia la preocupación por los problemas éticos y los políticos, asimismo, encontramos que Sócrates transmitió a Platón su rechazo del relativismo moral, que en Atenas estuvo representado por los sofistas; y finalmente, el intelectualismo moral, es decir el conocimiento es la condición de posibilidad del bien en tanto el mal procede de la ignorancia; la encontramos claramente marcada en Platón, en específico en el Mito o Alegoría de la Caverna.


2. EL MITO DE LA CAVERNA.
2.1. Diálogo entre Sócrates y Glaucón.
El mito de la caverna es una explicación alegórica, realizada por Platón en el VII libro de La República, de la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. Así Platón explica su teoría de la existencia de dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo de las ideas (solo alcanzable mediante la razón).
Este tipo de alegoría, en la que pone de manifiesto como los humanos podemos engañarnos a nosotros mismos o forzados por poderes fácticos, es repetida durante la historia por muchos filósofos u otros autores, como Calderón de la Barca con La vida es sueño. Ejemplos más modernos pueden ser el libro Un mundo feliz (Huxley, 1932) o la película Matrix (especialmente la primera).
Podríamos afirmar que en el extraño y bello mito de la caverna se concentra lo más profundo de todo su pensamiento. El mito, haciendo uso de imágenes dotadas de una gran fuerza descriptiva, muestra pluralidad de aspectos de su pensamiento: la visión de la naturaleza humana, la teoría de las ideas, el doloroso proceso mediante el cual los humanos llegamos al conocimiento, etc. El mito, lleno de sublimes metáforas y abierto a pluralidad de interpretaciones, es fuente permanente de inspiración para los artistas y para los pensadores en general[8].
A continuación hacemos la cita textual de la alegoría o mito de la caverna de Platón:
“-Y a continuación -seguí- compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza. Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto; y a lo largo del camino suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquéllos sus maravillas.-Ya lo veo -dijo.-Pues bien, contempla ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.-Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños pioneros!-Iguales que nosotros -dije-, porque, en primer lugar ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?-¡Cómo -dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?-¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?-¿Qué otra cosa van a ver?-Y, si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos? Forzosamente.-¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?-No, ¡por Zeus! -dijo.-Entonces no hay duda -dije yo- de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.-Es enteramente forzoso -dijo.-Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia y si, conforme a naturaleza , les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?-Mucho más -dijo.II. -Y, si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría que éstos son realmente más claros que los que le muestran?-Así es -dijo.-Y, si se lo llevaran de allí a la fuerza -dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado y, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?-No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento. -Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras, luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.-¿Cómo no?-Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que él estaría en condiciones de mirar y contemplar.-Necesariamente -dijo.-Y, después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible y es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.-Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.-¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos? Efectivamente.-Y, si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquéllos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente «ser siervo en el campo de cualquier labrador sin caudal » o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?-Eso es lo que creo yo -dijo-: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.-Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas como a quien deja súbitamente la luz del sol?-Ciertamente -dijo.-Y, si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían, si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir ?-Claro que sí-dijo.III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh, amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas, que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.-También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo.[9]"

2.2. Análisis de los símbolos del Mito por dimensiones:
El mito de la caverna será analizado por las siguientes dimensiones:


SÍMBOLOS DEL MITO DE LA CAVERNA Y SU INTERPRETACIÓN
DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICA

SÍMBOLOS DEL MITO
Prisioneros.
Conocimiento de sí mismos como siendo meras sombras.
Liberación del prisionero.
El cautivo pierde las cadenas, reconoce los objetos en la caverna, sube al mundo exterior y reconoce los objetos del mundo exterior.
Conocimiento de sí mismo en el mundo exterior.

INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL
E hombre en la medida en que vive inserto en el mundo sensible y sus valores.
Identificación de la realidad humana con el cuerpo.
Liberación del hombre y descubrimiento del mundo verdadero.(Mundo de las Ideas)
El filósofo libera moral e intelectualmente su alma de las limitaciones y ataduras del cuerpo y del mundo sensible y asciende al mundo de las Ideas; práctica de la dialéctica o filosofía.
Tras el ejercicio de la filosofía, identificación de la realidad humana con el alma.

DIMENSIÓN ONTOLÓGICA Y EPISTEMOLÓGICA

SÍMBOLOS DELMITO
TIPO DE REALIDAD
MUNDO SUBTERRÁNEO
Las sombras en el fondo de la caverna.
Los objetos de la caverna.
La luz del fuego.
MUNDO EXTERIOR
Las sombras y reflejos en el agua de las cosas exteriores.
Las cosas exteriores mismas y, por la noche, la luna y los objetos celestes.
El sol mismo.
Conocimiento como subida al mundo exterior.
INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL

TIPO DE REALIDAD
MUNDO QUE SE DA ALOS SENTIDOS (o mundo sensible)
Las sombras y los reflejos de los objetos.
Los objetos naturales y artificiales.
El sol.
MUNDO INTELIGIBLEO MUNDO DE LAS IDEAS
Las ideas matemáticas.
Las Ideas superiores.
La Idea de Bien.
TIPO DE SABER
OPINIÓN.
Conjetura.
Creencia.
CIENCIA.
Pensamiento discursivo.
Inteligencia.
Conocimiento o ciencia estricta o filosofía como “ascensión al ser” (al mundo de las Ideas).
DIMENSIÓN MORAL Y POLÍTICA DEL MITO

SÍMBOLOS DEL MITO
Necesidad en el proceso de liberación del prisionero (por eso Platón emplea con frecuencia expresiones del tipo “si le forzáramos”, “si a la fuerza se le arrastrara”).
El prisionero liberado baja de nuevo al mundo de la caverna.
El prisionero liberado que es perseguido y asesinado por sus compañeros.
Comprensión del papel que tiene el sol en la vida, realidad y gobierno de las cosas.

INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL
· El destino del hombre no es el mundo físico sino el mundo absoluto y divino de las Ideas, por lo que es necesaria la dialéctica o filosofía para el cumplimiento de dicho destino;
· Legitimidad del autoritarismo ilustrado platónico.
El filósofo no puede limitarse a la mera contemplación de las ideas; tiene la obligación moral de volver su mirada hacia el mundo y ayudar a la liberación de las demás personas.
El proceso y muerte de Sócrates y de todos aquellos que insisten en mostrar la verdad a los hombres.
Comprensión del papel que tiene la Idea del Bien como el principio que crea, da inteligibilidad a la realidad e ilumina la vida moral y política.

3. EL DESTINO DEL FILÓSOFO EN EL MUNDO.
Una vez descubierta la Luz (idea del bien) por parte del esclavo ya filósofo, este, tiene la obligación de implicar a la sociedad en la experiencia de la verdad, aunque la incapacidad del esclavo – filósofo de readaptarse a vivir en la caverna traerá consigo la mofa de los esclavos atados a la ignorancia y la mediocridad. En la historia a muchos genios, la comunidad los ha acusado de “locos” o “desquiciados”, como el caso de Albert Einstein, Sigmund Freud, etc.
En realidad, esto es lo que, en teoría[10], ocurre con la educación, pues el deber de todo profesor con sus alumnos es hacerlos reflexionar sobre la realidad[11]. La sociedad siempre necesitará conocer la idea del bien, pues ningún estado (entidad) puede accionar sin antes haber logrado conocer la idea del bien estar, pues es lo que procura para su nación.
Debido a que el conocimiento no tiene propietario una vez que se lo consigue, debe ser comunicado a los demás; ello explica como es que a través de la historia las tesis han encontrado sus antítesis o sus confirmaciones, pues una vez que se conoce algo, y continuamos en su investigación, hallamos algo más que la puede refutar o confirmar, en este último caso Kart Popper diría que solo se puede confirmar un conocimiento científico en un inicio, aunque después ya no sea posible, justamente porque su contrario ha entrado en acción[12].

4. INFLUENCIA DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS EN LA TEORÍA DEL ESTADO.
La teoría de las ideas de Platón está basada en su visión tripartita del alma:

TEORÍA DEL ALMA TEORÍA DEL ESTADO

ALMA RACIONAL --------------------> GOBERNANTES

ALMA VOLITIVA --------------------> GUARDIANES

ALMA CONCUSPISCENTE -------------> PRODUCTORES


En el alma racional, se encuentran los filósofos, es decir quienes conocen la idea del bien, por tanto ellos son los que deben gobernar, en tanto hará primar o prevalecer las ideas de justicia, prudencia, templanza que encierran al bien.
De otro lado, se tiene al alma volitiva, mediante la cual los hombres desarrollan todas su pasiones nobles, encontrándose la virtud de la valentía, por ellos deben ser los guardianes del Estado.
Finalmente, encontramos el alma concupiscente, a través de la cual se desarrollan las pasiones innobles del ser humano, por ello se deben dedicar a la producción dentro del Estado.
Esta organización es perfecta porque tiene en la cúspide a los gobernantes filósofos que al conocer la idea del bien, y actuar con virtudes, se elimina la idea de la corrupción en el gobierno, dando lugar al Estado Perfecto.

5. COLOFÓN.
Los encadenados que miran las sombras y no ven nada más que ello, acaso no explica el porque nacemos en una sociedad no elegida por nosotros mismos, es decir no encontramos encadenados a ella; es más durante nuestra vida vemos desfilar muchas sombras a través de la televisión que nos relata un mundo de apariencias, esta sombras seducen a los esclavos que solo ven sombras y son felices con ellas, y se resisten a cambiar sus ideas, hasta se burlan de quien, conociendo la reflexión filosófica, intenta hacerlo.
La liberación de las cadenas da una idea de optimismo en el mundo, pues es posible liberarse de estas a través de la insatisfacción de algún prisionero que dude de sus cadenas, entonces si es posible llegar a descubrir los montajes y mentiras que la sociedad ha elaborado y ha hecho que se conviertan en verdades para los prisioneros, por ejemplo a través de la publicidad, la información filtrada, etc. La insatisfacción de las cadenas de la ignorancia y la mediocridad pueden ser rotas por el engañador quien puede que no se encuentre engañado con su propia mentira.
El abrupto y laborioso camino de la asención, comienza con el rompimiento de las cadenas, seguido de la voluntad de conocer la idea del bien que ilumina a la humanidad.
El mundo exterior, conocido luego de recorrer el largo camino de la asención, es cuando ha descubierto el engaño, la mentira o el montaje elaborado para los prisioneros, y por el solo hecho de haberlo descubierto tiene la obligación de informar a todos y liberarlos de sus cadenas, puesto que ha conocido la idea del bien, aquí encontramos la solidaridad como valor intrínseco de todo el que conocer el mundo exterior del mito de la caverna, que no es otra cosa que la realidad inteligible.


6. BIBLIOGRAFÍA.
6.1. R. B. A. Proyectos Editoriales S.A. Heráclito, Parménides, Empédocles. La Sabiduría Presocrática. Traducción Matilde Del Pino, SARPE. Madrid – España, 1985.
6.2. Atlas Universal de Filosofía. Manual Didáctico de Autores, Textos, Escuelas y Conceptos Filosóficos. Edición en Lengua Española. Título Original Atlante Ilustrato di Filosofia Antologia di Filosofia. MMVI Editorial Océano. Barcelona – España.
6.3. Web http://www.um.es/docencia/pherrero/mathis/pitagoras/pitagor.htm.
6.4. Página Web http://es.wikipedia.org/wiki/Mito_de_la_caverna.
6.5. R. B. A. Proyectos Editoriales S.A. Diálogos. Platón. La República, Libro VII. Traducción María Juana Ribas. SARPE. Madrid – España, 1983.

______________________________________

[1] Doctoranda de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Trujillo.
[2] Cfr. R. B. A. Proyectos Editoriales S.A. Heráclito, Parménides, Empédocles. La Sabiduría Presocrática. Traducción Matilde Del Pino, SARPE. Madrid – España, 1985. Página 33.
[3] Ob. Cit. Páginas 79 – 83.
[4] Debo resaltar que esta Tesis encuentra su Antítesis en el filósofo Gorgias de Leontinos, quien refutó a Parménides en el sentido de que éste no podría explicar como es que del ser inmóvil, increado, eterno, perfecto, esférico pueden nacer seres móviles, creadores, finitos, imperfectos y de diversas formas como los seres humanos, las plantas, los animales, etc.
[5] Cfr. Atlas Universal de Filosofía. Manual Didáctico de Autores, Textos, Escuelas y Conceptos Filosóficos. Edición en Lengua Española. Título Original Atlante Ilustrato di Filosofia Antologia di Filosofia. MMVI Editorial Océano. Barcelona – España. Página 575.
[6] Ob Cit. Página 578.
[7] Extraído de http://www.um.es/docencia/pherrero/mathis/pitagoras/pitagor.htm.
[8] Cfr. Página Web http://es.wikipedia.org/wiki/Mito_de_la_caverna
[9] Cfr. R. B. A. Proyectos Editoriales S.A. Diálogos. Platón. Traducción María Juana Ribas. SARPE. Madrid – España, 1983.
[10] Esta expresión la utilizo en cuanto a la realidad del Perú, pues actualmente la educación básica, no universitaria y universitaria en general, no contienen filosofía, solo se remiten a dar a conocer a los alumnos los sistemas, leyes, teorías, hipótesis, diseños y principios de la ciencia, pero no a reflexionar sobre ellos; ello debido a causas de deficiencias intrínsecas (modelo educacional obsoleto) y extrínsecas (profesores y alumnos deficientes).
[11] Entiéndase por profesor aquel especialista en cierta parte de la ciencia que tiene capacidad de reconstruir los conocimientos adquiridos a favor de los alumnos.
[12] Léase la Teoría del Universo Abierto de Karl Popper.

El Universo Abierto de Karl Popper: Una visión del Positivismo Jurídico

Por: María Julia del Carmen Benites Goicochea
“La sola y única condición que creo necesaria para asegurar que la filosofía supere en un futuro cercano todo lo logrado hasta ahora por los filósofos es la creación de una escuela de hombres con formación científica e intereses filosóficos, desvinculada de las tradiciones pasadas y no extraviada por los métodos literarios de aquellos que imitan a los antiguos en todo, excepto en sus méritos.”

Bertrand Russell


ÍNDICE.
INTRODUCCIÓN
1. ANTECEDENTES DEL POSITIVISMO
2. EVOLUCION HISTORICA
Antes del Circulo de Viena
3. EL POSITIVISMO LOGICO Y EL CIRCULO DE VIENA
Comienzos del Circulo de Viena
Sus Raíces y Fuentes de Inspiración
4. SU PROYECTO
5. CARACTERISTICAS
Las Cuatro Tesis Tesis
6. LA REFUTACION DE KARL POPPER AL CIRCULO DE VIENA
7. CONTRA EL INDUCTISMO PROBABILISTICO
8. CONTRA LA DEMARCACION LA VERIFICABILIDAD
9. COLOFON
10. BIBLIOGRAFÍA

I. ANTECEDENTES DEL POSITIVISMO

En la época medieval se dio una decadencia del feudalismo y con la migración de los siervos de los campos a las ciudades se fundan en el siglo XIII las primeras Universidades: Bolonia (1119), Salerno, Montpellier, Toulouse, Padua, Salamanca, París y Oxford. Se formaban teólogos, médicos y juristas: Las primeras profesiones liberales.

En el siglo XVIII se produce la primera decadencia de las Universidades. Es entonces que el conocimiento es liderado más bien fuera de las universidades surgiendo: Copérnico, Descartes, Leibniz, Bacón, Pascal, Hume, Rousseau, Voltaire, D’Alambert quienes no pertenecen a la cultura universitaria; se fundan así el Colegio de Francia, la Real Sociedad de Londres y la Academia de Ciencias de Berlín.

Es así que la Universidad decide reformular los estudios universitarios, para terminar con esta pugna. Asumiendo tres posiciones diferentes que según el contexto podemos denominar: la continental, la británica y la alemana.

La Continental: retomó a la educación escolástica,
La corriente británica: eligió una educación menos rígida y más mágica, sus estudios generales primarios eran seguidos por los estudios de las artes de esa época, con prescindencia del conocimiento científico.
Por último estaba la corriente Alemana: En esta corriente se optó por privilegiar el conocimiento científico de tal forma que los estudios universitarios eran íntegramente sobre investigación científica.

Por ello no es extraño pues que la teoría positivista calara más hondo en Alemania, siendo esta de paternidad francesa, iniciada por Auguste Comte[1]
Afirmaba que el estudio empírico de los procesos históricos revela la que denominó “ley de los tres estadios”[2], que rige el desarrollo de la humanidad.
La filosofía positivista de Auguste Comte[3] Abandonó la especulación de lo sobrenatural en favor de la investigación científica. Según él, el conocimiento de todos los temas, desde la astronomía a la sociología, debería venir de la correlación de la evidencia empírica. El estudio sistemático de Comte de la estática y dinámica de la sociedad sentó las bases de la sociología moderna, que al principio llamó física social.
La obra de Comte es considerada como la expresión clásica de la actitud positivista, es decir, la actitud de quien afirma que tan sólo las ciencias empíricas se erigen en la adecuada fuente de conocimiento.
Este es el contexto en el que las ideas del Círculo de Viena y la filosofía analítica se germinan.

II. EVOLUCION HISTORICA (DEL POSITIVISMO AL CÍRCULO DE VIENA-NEOPOSITISMO)

ANTES DEL CÍRCULO DE VIENA.

Preliminares históricos
Vamos ha señalar de forma sucinta algunas de las principales corrientes filosóficas del siglo XIX que precedieron a la formación del Círculo de Viena también llamado “positivismo lógico”[4]
El siglo XIX, precisamente, fue el gran escenario del debate entre el discurso ambiguo y el discurso exacto, entre el dogma y la crítica, entre lo "metafísico" y lo "físico" y, en fin, entre la especulación y la ciencia. Por una parte, en este siglo se aceleraron los descubrimientos generadores de tecnología; pero, por otra parte, el dogma, el escepticismo y el pensamiento ambiguo recibieron un fuerte impulso de parte del romanticismo.[5]

Surgieron dos grandes interpretaciones del conocimiento científico: una, que sitúa la validez del conocimiento en los mecanismos de la razón (racionalismo)[6]
Y otra, que sitúa esa validez en los datos de los sentidos y de la experiencia) (empirismo[7]
Desde el siglo XVII hasta finales del siglo XIX la epistemología enfrentó a los partidarios de la razón y a los que consideraban que la percepción era el único medio para adquirir el conocimiento

La interpretación empirista, privilegia el método inductivo. El empirismo fue desarrollado principalmente por los filósofos ingleses Locke, Berkeley, Hume [8]
El pensamiento filosófico de Hume estuvo profundamente influido por las teorías de John Locke y George Berkeley. Al igual que este último, diferenciaba entre la razón y los sentidos. Pero Hume fue más allá e intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes sensaciones o experiencias.

“De ahí que el empirismo inductivo, bajo ciertos cánones identificados con la palabra positivismo, se convirtiera en la primera y más influyente interpretación del conocimiento científico en el siglo XX, reaccionando contra el pensamiento anárquico o especulativo y propugnando el conocimiento riguroso, sometido a reglas de validación fundadas en la experiencia contratable”[9]


III. EL POSITIVISMO LOGICO Y EL CÍRCULO DE VIENA (ideas preliminares y fundamentos)

Comienzos del Círculo de Viena

La Universidad de Viena fue reuniendo a principios de siglo -tras la primera Guerra Mundial- un grupo de jóvenes profesores preocupados por las cuestiones de la ciencia y su alcance cognoscitivo.

Sus principales pensadores

“El Círculo de Viena se originó a comienzos de los años veinte como un grupo de discusión informal en la Universidad de Viena, presidido por Moritz Schlick. Entre los miembros más prominentes se contaban Rudolf Carnap, Otto Neurath, Friedrich Waismann, Philipp Frank, Hans Hahn, Herbert Feigl, Victor Kraft, Felix Kaufmann y Kurt Godel.
Muchos componentes del círculo original no eran filósofos, sino matemáticos, físicos y científicos sociales, que compartían un interés común por la filosofía de la ciencia y un disgusto común por la metafísica[10] académica que entonces prevalecía en Alemania y en Europa Central”

Estos pensadores seguían la tradición positivista de D. Hume y se “puso el epíteto de “lógico”, porque ellos pretendían añadir los descubrimientos de la lógica moderna; en particular creían que simbolismo lógico que ha sido desarrollado por Frege, Peano y Russell les sería útil

Sus raíces y fuentes de inspiración
Las raíces del Empirismo Lógico.
El Empirismo Lógico del Círculo de Viena hunde sus raíces en dos elementos fundamentales: la concepción de la verdad de Aristóteles[11] y el positivismo o empirismo clásico de D. Hume y A. Comte)[12]

Las fuentes de inspiración.
En primer lugar, el "empirio-criticismo"[13] del físico austríaco Ernst Mach[14] Que tenia fuertes implicaciones neopositivistas.

En segundo lugar, las posiciones de Viena se apoyaron en el "análisis lógico del conocimiento" de Wittgenstein así como en sus tesis sobre la naturaleza "analítica" de la Lógica y la Matemática y en sus críticas a la filosofía especulativa.
En tercer lugar, y como influencia de tipo histórico, la revolución de la Física Cuántica fue interpretada como demostración del carácter analítico de la ciencia y de la fuerza del pensamiento riguroso orientado hacia los hechos observables y hacia los mecanismos de comprobación.

En cuarto lugar, como antecedente de carácter instrumental, las herramientas de la lógica matemática, consolidada unos veinte años antes en los "Principia Mathematica" de Russell y Whitehead y profundizada por los lógicos polacos y los trabajos de Hilbert,
Todo esto ofreció al Círculo de Viena un importante aparato para traducir datos de conocimiento empírico a un lenguaje preciso, riguroso e inequívoco que concibieron como modelo del lenguaje científico

En resumen:
Dos antecedentes de carácter filosófico:
· Neopositivismo de E. Mach: En esta postura se negaba todo tipo de elementos a priori en las ciencias empíricas.
· El Tractatus de Wittgenstein: En su obra, Wittgenstein, discípulo de Russell, vinculaba la tradición empirista con la nueva lógica-matemática Antecedentes de carácter histórico e instrumental:
· Carácter histórico: La revolución de la física a comienzos del siglo XX. Las contribuciones de Einstein para la compresión de la estructura del espacio-tiempo y de la gravitación, y la de la Mecánica Cuántica para la comprensión de la estructura atómica y nuclear.
· Carácter instrumental: La lógica-matemática: La creación de la lógica-matemática por B. Russell y A. Whitehead en 1905. También las investigaciones de G. Frege y el mismo Russell sobre la naturaleza de la representación lingüística. Estos aportes propiciaron la construcción de un lenguaje lógico, principalmente por R. Carnap, elaborado a partir de ciertas proposiciones que permitirían “el análisis de los conceptos científicos y la clarificación de los problemas filosóficos” (Carnap,1992).


IV. SU PROYECTO

El proyecto del Círculo de Viena estribaba “en conformar una filosofía científica. Las matemáticas y la lógica, así como la física, son los grandes modelos a los que deben toda forma de discurso científico. El programa positivista de Comte en el Siglo XIX debía ser culminado, convirtiendo la biología, la psicología y la sociología en ciencias positivas. La unificación de la ciencia debe llevarse a cabo reduciendo todas las proposiciones observacionales a lenguaje fisicalista, con lo cual se mostraría que existe un núcleo común a todas las ciencias positivas”[15] Y su proyecto institucional era la elaboración de la Enciclopedia para la Ciencia Unificada (Ibíd.).

V. CARACTERÍSTICAS DEL CÍRCULO DE VIENA:
Características generales

a) Un empirismo total: basadas en la inducción
b) Un empleo de la lógica-simbólica. Usada como un instrumento para deslindar entre distintos lenguajes
c) Un rechazo a la metafísica y a la teología.
d) Una restricción del dominio de la filosofía. El espacio de acción de la filosofía fue casi literalmente reducida a la tarea de eliminar sus propios problemas.
e) Un fisicalismo: Todos los enunciados empíricos pueden ser expresados en el lenguaje de la física.[16]


· Característica epistemológica esencial: El Principio de Verificación

Los elementos anteriores permitían configurar el Principio de Verificación, que es la característica esencial del positivismo lógico.

De hecho, el objetivo fundamental de la metodología era “formular y legitimar una regla de aceptación de los enunciados conforme a la convicción fundamental según la cual una proposición científica debe ser aceptada sólo cuando es verdadera”[17] Para concretar esta norma es necesario un método, un criterio de significatividad, que permita establecer si determinada proposición es o no verdadera. En otras palabras, “de acuerdo con el neopositivismo el método de la ciencia debe ofrecernos una estrategia infalible para el hallazgo de la verdad”[18].

En resumen, el positivismo lógico utiliza como criterio de significatividad de las ciencias fácticas el principio de verificación que sirve como criterio de demarcación del discurso científico del no científico” (Damián).

La teoría de la verificación o del significado, que es la característica definidora de la epistemología neopositivista, ofrece los medios para distinguir los enunciados con y sin significado; se entiende por verificación el procedimiento adoptado mediante el cual se comprueba la verdad o falsedad de algún enunciado” (Damiani).

Los Principios del Positivismo

Los principios originales del positivismo lógico, y que luego se debilitarían con el transcurso del tiempo, son los siguientes:

1. El principio del Empirismo; según el cual todo conocimiento (no analítico) depende de la experiencia, y
2. El principio del significado cognoscitivo; de acuerdo con el cual la significación cognitiva de un enunciado es tal, solo si es (a) analítico o autocontradictorio (como en el caso de las ciencias formales como la lógica y las matemáticas) o (b) puede ser verificado experimentalmente.

Las cuatro tesis básicas del Círculo de Viena
El criterio de demarcación (principio de verificación),
El lenguaje lógico
La unificación de la ciencia
Y la inducción probabilista.
Las tres primeras constituyen las tesis básicas producidas por el Círculo de Viena; La última tesis es un producto indirecto del Círculo de Viena y se debe a Carnap y forma parte de lo que se ha llamado la segunda fase del positivismo lógico.

Su objetivo
El positivismo lógico estableció como meta alcanzar los siguientes objetivos fundamentales:
1) Dar a la ciencia una base positiva y
2) Adoptar el análisis lógico del lenguaje, de los conceptos de la ciencia empírica (y mediante estos recursos demostrar la inutilidad de la metafísica).

Etapas del Positivismo Lógico
Primera fase: El Círculo de Viena (1929-1936).
Segunda fase: La Concepción Heredada (1936-).

VI. LAS TESIS DEL CÍRCULO DE VIENA
El criterio de demarcación:

· Lo que esencialmente distingue al conocimiento científico frente a otros tipos de conocimiento es su verificabilidad con respecto a los hechos constatables.
· Un enunciado científico aceptable será sólo aquél que resulte verdadero al ser comparado con los hechos objetivos.

El lenguaje lógico:
· Los enunciados serán científicos sólo si pueden ser expresados a través de símbolos y si pueden ser relacionados entre sí mediante operaciones sintácticas de un lenguaje formalizado (independiente de su contenido significativo)
· La unificación de la ciencia:

· Todo conocimiento científico, cualquiera sea el sector de la experiencia sobre el cual se proyecte, estará identificado (construido, expresado, verificado...) mediante un mismo y único patrón.
Ya que la realidad constituye globalmente una sola estructura compacta y coherente (ordenada),

La inducción probabilística:

· La producción de conocimiento científico comienza por los hechos evidentes susceptibles de observación, clasificación, medición y ordenamiento. Sigue con la detección de regularidades y relaciones constantes y termina con las generalizaciones universales formuladas mediante leyes y teorías.
· De acuerdo al concepto de probabilidad, es posible inferir leyes generales a partir de un subconjunto o muestra representativa de la totalidad de los casos estudiados. Esto implica que el conocimiento científico debe tomar en cuenta ciertos índices de error y ciertos márgenes de confiabilidad previamente establecidos.


VII. REFUTACIÓN DE KARL POPPER A LAS IDEAS DEL CÍRCULO DE VIENA: CRITERIO DE DEMARCACIÓN E INDUCCIÓN PROBABILÍSTICA.

Karl Popper: vida y pensamiento.
Es imposible continuar el presente trabajo monográfico, el cual, en esta parte le corresponde esbozar las refutaciones de Karl Popper a las tesis de los positivas lógicos, sin hacer mención a su vida, como sabemos “cada autor es prisionero de su tiempo” por tanto el discurrir de la vida de Popper determinó su pensamiento, como veremos a continuación refutó las ideas que en un principio las creía como buenas y plausibles de seguir v. gr. su paso por las ideas comunistas.
Karl Popper, es reconocido por su teoría del método científico y por su crítica al determinismo histórico. Un primer dato importante es que su infancia transcurre durante la Primera Guerra Mundial, y que en la Universidad demuestra un intenso interés por las matemáticas y la física. Asimismo, llega a simpatizar con el socialismo y, durante dos o tres meses, se adhiere al comunismo.

Posteriormente, sabemos que se doctoró en filosofía por la Universidad de Viena en 1928 (época en que el Positivismo Jurídico estaba en pleno auge), y aunque no fue miembro de la llamada escuela de filosofía de Viena, Popper está le sirvió de “inspiración” para elaborar sus tesis científicas
El aporte más importante de Popper a la filosofía de la ciencia fue su caracterización del método científico, pues criticó la idea prevalente de que la ciencia es en esencia inductiva. Propuso un criterio de comprobación que él denominó falsabilidad, para determinar la validez científica, y subrayó el carácter hipotético-deductivo de la ciencia.
Las teorías científicas son hipótesis a partir de las cuales se pueden deducir enunciados comprobables mediante la observación; si las observaciones experimentales adecuadas revelan como falsos esos enunciados, la hipótesis es refutada. Si una hipótesis supera el esfuerzo de demostrar su falsedad, puede ser aceptada al menos con carácter provisional. Ninguna teoría científica, ergo, puede establecer en forma concluyente.

Karl Popper se no reconoce el carácter de predictibilidad de las ciencias, pues “es imposible saber, lo que se conocerá mañana”, asimismo, “el futuro no puede ser igual al pasado, siempre”; ello lo apreciamos en su obra La sociedad abierta y sus enemigos[19], Popper defendió la democracia y mostró reparos a las implicaciones autoritarias de las teorías políticas de Platón y Karl Marx. Criticó la idea de que las leyes descubridoras del desarrollo de la historia hacen inevitable su curso futuro y por tanto predecible.

Popper se convirtió en “falabilista” por su convicción del carácter acientífico del llamado “socialismo científico”, esto es, se convirtió en alguien que mantiene que no es posible conocer la verdad sino sólo detectar el error, une pronto otra convicción: la de que algunas teorías que se presentan como científicas, como la psicología individual, de Adler, y el psicoanálisis, de Freud, carecen de las características de la ciencia.
Luego, presenta en la Universidad de Viena su Tesis de Doctorado titulada “Sobre el problema del método en la psicología del pensar”, que señala el punto final de su interés por la sicología. Toma contacto con miembros del Círculo de Viena, sobre todo con Victor Kraft y Herbert Feigl, con quienes discuten sobre filosofía de la ciencia, y quienes le inducen a publicar sus ideas en forma de libro. Este libro, que debía titularse “Los dos problemas fundamentales de teoría del conocimiento” pero que no se publica hasta 1979, se convierte, tras muchas conversaciones y discusiones con otros filósofos neopositivistas, en el núcleo de “La lógica de la investigación científica” (versión alemana, 1934; versión inglesa, 1959), en la que inicia con la siguientes palabras: “Creo, sin embargo, que, al menos, existe un problema filosófico por el que se interesan todos los que reflexionan: es el de la cosmología, el problema de entender el mundo - incluidos nosotros y nuestro conocimiento como parte de él.”[20] Esta fue considerada como una obra de crítica al Círculo de Viena, pero que en realidad es una obra que propone una nueva teoría sobre lo que hay que entender por “conocimiento científico”: un conocimiento no verdadero ni probablemente verdadero, sino simplemente hipotético.
Posteriormente, como profesor en el Canterbury University College, en Christchurch, aplica las ideas metodológicas de “La lógica de la investigación científica” a las ciencias sociales, con el objetivo de hacer una crítica el marxismo, y el resultado es la publicación -no sin muchas dificultades- de “Miseria del historicismo”[21] (1945) esbozando la siguiente frase: “El historicismo cree descubrir leyes históricas inexorables. Pero como el curso de la historia humana está fuertemente influido por el crecimiento de los conocimientos y no podemos predecir por métodos racionales o científicos el crecimiento futuro de nuestros conocimientos, la creencia en un destino histórico es pura superstición, ya que no puede haber predicción del curso de la historia humana”; y de otro lado “La sociedad abierta y sus enemigos” (1945). El título inicial de esta última obra era “Falsos profetas: Platón-Hegel-Marx”, y el objetivo de ambos libros era exponer cómo el historicismo había llevado al marxismo y al fascismo.
Popper explicó a fundamentación de la refutabilidad como criterio lleva al desarrollo de una nueva concepción de ciencia y de teoría científica. Las ciencias son sistemas de teorías científicas, y éstas deben concebirse como aproximaciones a la realidad, como “redes”, dice metafóricamente, que lanzamos para comprender el mundo, “para racionalizarlo, explicarlo y dominarlo”, y la manera de lograr que la malla de estas redes sea cada vez más fina es procurando eliminar todas aquellas teorías e hipótesis que no dicen nada acerca del mundo, porque son falsas. Puesto que las teorías e hipótesis son enunciados universales, eliminaremos de la ciencia las hipótesis falsas sometiendo sus enunciados universales a refutación. La asimetría lógica existente entre verificación y refutación, o confirmación y desconfirmación, cuando se habla de enunciados universales, justifica que Popper afirme que la confirmación de hipótesis es irrelevante para establecer la verdad de una teoría, dado que un enunciado universal no es lógicamente verificable, mientras que la refutación cobra toda la importancia, ya que basta un solo caso de refutación para rechazar como falso un enunciado universal. Miles de pruebas que confirman que “los cisnes son blancos” no hacen verdadero a este enunciado; en cambio, basta un solo caso de cisne negro para rechazarlo como falso. Del mismo modo, en la metodología científica no interesa esforzarse por la confirmación de las teorías y de las hipótesis científicas: la teoría que afirma que las órbitas de los planetas de todo el universo son elípticas no se demuestra de una forma concluyente aduciendo ejemplos de órbitas planetarias elípticas, mientras que un solo caso de órbita circular refutaría la hipótesis.
Vista esta asimetría, o disparidad de características respecto de la misma cuestión, no hay razón lógica para que, en metodología científica, se esfuerce el científico en confirmar y salvar las propias teorías; no puede demostrarse que una teoría científica sea verdadera, pero es posible rechazarla como falsa. Lo que importa, por tanto, es eliminar todas las teorías falsas sometiéndolas a intentos de refutación. Esto supone un cambio de perspectiva en la teoría de la ciencia mantenida hasta entonces. La concepción heredada de la ciencia, impulsada sobre todo por los patrocinadores del Círculo de Viena y el neopositivismo en general, sostenía una concepción de la ciencia basada en el inductivismo. La inducción importaba tanto en el contexto de descubrimiento de las hipótesis como en el contexto de justificación de las mismas. La ciencia -se suponía- es inductiva, y las hipótesis proceden normalmente por generalización de los casos particulares observados. Además, una hipótesis se justifica, esto es, se razona que es verdadera, sometiéndola a la contrastación, cuyo resultado puede ser la confirmación o la refutación. Si la hipótesis resulta confirmada por la prueba experimental, se la admite como verdadera o, por lo menos, como probable; este momento de justificación es también inductivo, dado que se apoya sobre un razonamiento inductivo, como es el esquema lógico de la confirmación de hipótesis. A esta teoría inductiva de la ciencia, opone Popper su deductivismo. Por un lado, no es posible fundar la ciencia en un proceso de inducción por generalización porque, tal como demostró Hume, no está lógicamente justificado pasar de enunciados particulares a enunciados universales, y, además, la ciencia no parte de la observación de casos concretos, sino de los problemas que suscitan teorías para resolverlos y cualquier observación supone ya una teoría previa, que es lo que nos incita a observar. Cómo se originan las hipótesis es sólo una cuestión subjetiva o psicológica. Lo importante es cómo se justifican y, dada la imposibilidad de la verificación de las hipótesis, su confirmación es irrelevante y sólo resulta relevante su posible refutación. No es posible verificar teorías, y el proceso científico debe concebirse como una elaboración de hipótesis, a modo de conjeturas, de las que se extraen predicciones que se contrastan con hechos que puedan refutarlas, con el ánimo de eliminar las que resulten falsas. Éste método, llamado de conjeturas y refutaciones, es el método propio de las ciencias empíricas y Popper considera que es, al mismo tiempo, la solución al problema de la inducción -que llama “el problema de Hume”-, que considera innecesaria como fundamento de la ciencia, por el hecho de que simplemente no hay inducción. Como entendía Kant, el hombre impone sus hipótesis -sus propios puntos de vista- a la naturaleza, y las hipótesis provienen de la mente humana, no de la naturaleza; la naturaleza, si acaso, las refuta. Según Popper, todas las ciencias, tanto las naturales como las sociales, parten siempre de problemas, y las ciencias, igual como hace nuestro entendimiento en otros casos, salen al paso de los problemas presentando tentativas de solución, que no son sino un caso concreto del método general de ensayo y error. Proponemos intentos de solución y los ponemos a prueba y eliminamos aquellas soluciones que no lo son. El esquema general de este procedimiento es:
P1 - TT - EE - P2
Donde P1 es el problema inicial, TT la solución tentativa, o la hipótesis o teoría, EE la eliminación de errores, mediante la discusión crítica o la contrastación empírica de la hipótesis, y P2 la nueva situación problemática en que nos hallamos tras el intento de solucionar un primer problema. Es éste un esquema que puede aplicarse no sólo al método científico, sino a la evolución de los organismos particulares y a la misma evolución de las especies. Así como toda adaptación es un intento de solución de problemas, así también todo aumento de conocimiento mediante la ciencia es un intento de salir de una situación problemática. La diferencia que existe entre la evolución biológica y la científica es que ésta se lleva a cabo de un modo consciente y que el hombre está interesado en eliminar los errores; y en esto consiste precisamente la racionalidad humana: en recurrir voluntariamente a la crítica de las propias teorías y opiniones. Este recurso a la crítica se lleva a cabo por medios lingüísticos, esto es, con argumentos y contrastaciones. En ellos nos expresamos mediante enunciados que todo el mundo puede aceptar o rechazar; son los enunciados que se someten a crítica o a contrastación y que, por lo mismo, constituyen un saber objetivo, “tan objetivo como una catedral” construida con constantes aportaciones a lo largo de los años: la ciencia no la constituyen pensamientos o ideas subjetivos (en los que importaría la certeza o la verdad), sino enunciados, argumentos, contrastaciones y eliminación de errores. Y por el hecho de que todo esto puede objetivarse en enunciados, que pueden ser criticados y contrastados, decimos que la ciencia es un conocimiento objetivo, que no busca la certeza del sujeto, sino el mayor acercamiento posible a la verdad. La teoría del conocimiento objetivo le permite a Popper distinguir tres niveles de realidad y tres clases de mundo: el mundo uno, o mundo de las cosas físicas; mundo dos, o mundo de los estados mentales y de las certezas subjetivas, y mundo tres, o mundo del conocimiento objetivo, formado por los “contenidos objetivos del pensamiento”, sobre todo de la ciencia y de las artes. Así, sostiene Popper, la ciencia es una institución social: un conjunto estructurado de acciones humanas y resultado de la actividad social del hombre. Lo propio del método científico no es sólo comparar enunciados con sus posibles refutaciones de los hechos, sino también comparar unas teorías con otras. Ambas cosas suponen concebir las teorías científicas como una aproximación a la verdad. Popper distingue, como conceptos fundamentales, la idea de verdad, la idea de contenido lógico y empírico de una teoría y la idea de contenido de verdad de una teoría, o aproximación a la verdad, y les da la categoría de ideas reguladoras, o pautas directivas en la práctica científica. El conocimiento científico tiende a la verdad, aunque, “la verdad no sea el único objetivo de la ciencia”, puesto que la ciencia busca propiamente la “verdad interesante”, esto es, aquella que resulta ser explicación y respuesta a nuestros problemas. El simple hecho de eliminar los errores o las hipótesis que se consideran refutadas es una forma de acercamiento a la verdad. El contenido de una teoría es la clase de las proposiciones que pueden deducirse de ella (contenido lógico) y la clase de enunciados empíricos (contenido empírico) que la teoría prohíbe. Cada enunciado que puede contradecir a una teoría es un falsador potencial de la misma y el número de posibles falsadores de una teoría o de una hipótesis está en relación directa con la cantidad de afirmaciones, o capacidad explicativa, de una hipótesis: cuanto más afirma una hipótesis (capacidad explicativa), mayor es el número de posibles falsadores; cuanto mayor es su contenido empírico (mayor número de posibles falsadores), mayor es también su refutabilidad. Por consiguiente, cuanto más refutable es una hipótesis, mayores son su contenido lógico y su contenido empírico y mayor su aproximación a la verdad. (En ningún caso puede decirse que sea verdadera, pues basta con que uno de los posibles falsadores corresponda en realidad a un hecho, para que la teoría quede empíricamente falsada; ver corroboración, verosimilitud).Que las teorías científicas pueden estar más o menos cerca de la verdad, significa también que describen la realidad y que hablan del mundo, porque la contrastabilidad de las hipótesis significa que determinados hechos del mundo no pueden ocurrir (ver cita); la ciencia busca describir y explicar la realidad (ver cita). De este modo la ciencia se concibe como un conjunto de teorías que se aceptan provisionalmente, mientras no resultan refutadas por intentos constantes y rigurosos de lograr que lo sean. La ciencia es saber provisional, conjetura: “no sabemos, sólo suponemos”, y su quehacer consiste propiamente en “criticar teorías”. Todo conocimiento es hipotético, conjetural, y la verdadera teoría del conocimiento consiste en el examen crítico de las teorías; por ello, “la verdad no es el único objetivo de la ciencia”, sino la “verdad interesante”, aquella que viene a ser explicación y respuesta a nuestros problemas. En La miseria del historicismo y La sociedad abierta y sus enemigos, Popper desarrolla su filosofía social y sobre todo su filosofía de la historia, y aplica al terreno práctico las ideas fundamentales de su filosofía de la ciencia. Mantiene que en realidad sólo hay un tipo de ciencia, aquélla que recurre a hipótesis falsables, y si acaso, existen distintas clases de problemas, para cuya resolución inventamos hipótesis históricas, económicas o psicológicas, según el caso. Ahora bien, los principios metodológicos de la ciencia natural no son directamente aplicables a las ciencias humanas: en éstas no hay leyes tan rigurosamente definidas ni sus hipótesis son tan claramente refutables. El método crítico de Popper, consistente en falsar teorías a través de su contacto con los hechos, se convierte en las ciencias sociales en la actitud crítica que nos lleva a analizar situaciones históricas o sociales concretas problemáticas, nuestros intentos de solución y las consecuencias inesperadas de estas tentativas. Pero si en las ciencias de la naturaleza el método crítico persigue la eliminación de las hipótesis falsas, en las ciencias sociales la actitud crítica busca la eliminación de los males y errores sociales. Popper rechaza, junto con el historicismo -doctrina que sostiene que el objetivo de las ciencias sociales es establecer leyes generales que rijan la historia con igual carácter determinista que las leyes de la naturaleza, y que critica específicamente en la primera de las obras ahora mencionadas-, aquellas interpretaciones de la historia que la transforman en una totalidad, cuya alma son los grandes hombres, las naciones o los períodos históricos; no existe ninguna totalidad de este tipo y no hay más curso de la historia que el que determinan las acciones libres de los hombres que interactúan entre sí y que libremente deciden la orientación, el sentido y la finalidad que quieren dar a sus acciones. El futuro no está determinado por ninguna ley de tipo histórico; es libre y está abierto a la libre aplicación de nuestros conocimientos sobre el mundo. “Ni la naturaleza ni la historia nos pueden decir lo que tenemos que hacer”.En La sociedad abierta y sus enemigos, y continuando con la misma temática, se centra en la crítica a Platón, Hegel y Marx -enemigos de la sociedad abierta, en cuanto filósofos que han alimentado con sus ideas y principios al historicismo- y analiza las características de esta sociedad, que no es más que la democrática. La “sociedad abierta”, la sociedad democrática, es aquella en la que los individuos pueden ejercer libremente sus facultades críticas y la única compatible con su idea de actitud crítica y racionalismo crítico. Sólo hay dos sistemas de gobierno: la democracia y la dictadura, es decir, aquella forma en la que es posible derrocar al gobierno sin derramamiento de sangre por medio de una votación, y aquella en la que esto es imposible. Popper sustituye la antigua problemática platónica, expuesta en la República, sobre ¿quién debe gobernar? por la pregunta ¿existen formas de gobierno rechazables? ¿Existen formas de gobierno que pueden impedir la sustitución de un gobierno incompetente o malo? Y hace suyas las palabras que Tucídides pone en boca de Pericles: “Sólo unos pocos estamos capacitados para gobernar, pero todos somos capaces de juzgar una política”. Nuestro juicio de la política en la sociedad abierta ha de comprender no sólo el esfuerzo por mantener la capacidad y la libertad de poder destituir al gobernante sin derramamiento de sangre, sino también la lucha por el dominio de la razón, la justicia, el derecho, la libertad y la abolición de la guerra. El político, por su parte, debe limitarse a luchar contra los males concretos de la sociedad, en lugar de intentar imponer o combatir valores superiores, como la felicidad. Libertad frente a la historia, frente al Estado, y optimismo ante el avance de la civilización en el presente y en el futuro constituyen las características generales fundamentales de la filosofía social y política de Popper.


Contra el Inductivismo Probabilística.
Popper arremete contra uno de los métodos de alcanzar el conocimiento con el cual contaba la ciencia, este es la inducción, y en palabras de Popper "la inducción no existe y la concepción contraria es un craso error". La inducción se refiere a dos modos: 1) La inducción repetitiva o por enumeración; y 2) La inducción por eliminación. El primer modo es un tipo de inducción que consiste en observaciones repetidas a menudo, observaciones que servirían para fundamentar una generalización efectuada por la teoría, pero esta inferencia cae en un problema metodológico, la carencia de validez de este genero de razonamiento resulta evidente: La observación de determinados fenómenos n no permite establecer que esos fenómenos n ocurran o se presenten siempre, dando un ejemplo más fáctico, el que se enuncie "Todos los congresistas de Colombia son honestos" a partir de casos verificados y comprobados de congresistas honestos, por mucho que se intente, no se podrá saber con validez que no halla algún congresista que no sea colombiano o que no sea honesto (por el contrario que sea corrupto). En consecuencia, recalca Popper "la inducción por enumeración se halla fuera de discusión, no puede fundamentar nada". Por otra parte, la inducción eliminatoria se basa en un método de eliminación o refutación de teorías falsas. Eliminando todas las teorías falsas prevalecería la teoría verdadera, pero a esa teoría se le enfrentan teorías rivales infinitas, el hecho es, de que para cada problema siempre hay una infinidad de soluciones lógicamente posibles y en efecto esto vuelve ineficaz todos los métodos basados en la simple rutina. Para Popper en la ciencia se debe utilizar la imaginación y las ideas audaces, aunque aquélla y estas siempre deben estar moderadas por la crítica y por los controles más rigurosos.

En consecuencia, la inducción no existe, por lo tanto no puede fundamentar nada, y se deben utilizar métodos basados en la simple rutina. Es erróneo pensar que la ciencia empírica proceda de afirmaciones concluidas de métodos inductivos.


Contra el Criterio de Demarcación del Círculo de Viena: Principio de Verificabilidad.

Karl Popper refuta el criterio de demarcación del Círculo de Viena, como bien nos lo recuerda Ludovico Geymonant con la siguiente afirmación: “Como criterio de demarcación no se debe adoptar la verificabilidad, sino la falsabilidad de un sistema. En otras palabras: de un sistema científico no exigiré que sea capaz de ser seleccionado, en sentido positivo, de una vez para siempre; pero exigiré que su forma lógica sea tal que pueda ser puesta en evidencia, por medio de controles empíricos, en sentido negativo: un sistema empírico debe poder ser refutado por la experiencia”. (Lógica della scorpeta scientifica, cit. Pág.22).[22]
La investigación toma como punto de partida, los problemas. Para resolverlos, hay que crear hipótesis que sirvan como intentos de solución. Una vez formuladas, ha y que comprobar dichas hipótesis. Y estas se prueban extrayendo consecuencias de ellas y observando si se cumplen o no. Si se cumplen, decimos que la hipótesis de momento se confirma; en cambio, si por lo menos una de las consecuencia no se cumple, diremos que la hipótesis se ve falsada. Por ejemplo:

Existe un problema a y una teoría b que responde el problema, por lo tanto si b es verdadera entonces habrán que darse las consecuencias c, d, f, ... n, que si se cumplen confirman la teoría, y si no se cumplen la desmientan o falsan. Se ve aquí que una teoría, para que se compruebe de hecho, tiene que ser comprobable o controlable desde el principio, o sea, falsable, tienen que poder extraerse consecuencias que puedan refutarse, que puedan ser falsadas por los hechos. Si de una teoría no se pueden extraer consecuencias susceptibles de un control fáctico, no es una teoría científica.


Popper amplía su propuesta acerca de la ciencia no es sólo para esta, sino para todo el conocimiento y, de modo especial, de cara a la solución de los conflictos sociales de los que Popper nunca fue ajeno. En este sentido, la propuesta que trae consigo el criterio de demarcación se puede resumir en la actitud propia de la ciencia. No tiene otra justificación que el ser una actitud, la actitud propia de quien es consciente de sus límites y no quiere dejar todo a una mera consideración subjetiva.

La falsacionismo abre las puertas a la crítica, es decir, a la posibilidad de que uno lleve razón y el otro no. Por tanto, estamos ante una actitud y es esa actitud lo que permite ampliar esta tesis a otros campos. La única diferencia es que la actitud propia de la actividad científica se fundamentará en la contrastabilidad empírica de las teorías.
¿Qué significa que estemos ante una actitud? La clave en la que se puede resumir el llamado criterio de demarcación es la actitud racional. Para hacer frente a esa vaguedad de los términos, la nueva definición tendrá que ser amplia y, a su vez, debe de ser capaz de resolver el mayor número de problemas con los cuales se enfrenta el ser humano. La conclusión es clara: no podemos obtener una definición teórica; la racionalidad abarca un campo mucho más amplio que la propia teoría y no puede ser reducida a ésta. Por tanto, ante la imposibilidad de dar con una definición plausible puramente teórica cree que conviene dar desde sus aspectos prácticos, es decir, ver que significa mantener una postura racionalista o científica.[23]
En este aspecto, conectan la ciencia y la racionalidad. El criterio propuesto por Popper deriva en una propuesta acerca del alcance de la racionalidad y del racionalismo. Así, la preocupación por el método de la ciencia deriva en su preocupación sobre el alcance de la razón para resolver los diferentes conflictos, no sólo los científicos sino que todos.

En efecto, el racionalismo, desde una definición teórica, al no superar ciertos límites, lleva a Popper a recurrir a una caracterización práctica del mismo. En esa caracterización práctica se debe de tener presente todas las objeciones arriba realizadas. En ese sentido, la única salida que cabe para el racionalismo parece ser una definición en virtud de una actitud que cada uno debe de asumir. Esa actitud del racionalismo es la siguiente: “El racionalismo es una actitud en la que predomina la disposición a escuchar los argumentos críticos y a aprender de la experiencia. Fundamentalmente consiste en admitir que yo puedo estar equivocado y tú puedes tener razón y, con esfuerzo, podemos acercarnos los dos a la verdad”.[24]

Si queremos saber que entiende Popper por racionalismo hay que tener en cuenta este texto; en él quedan definidas sus ideas al respecto. Así pues, analicemos dicho párrafo, intentando ver si Popper consigue su objetivo de ampliar el concepto, teniendo en cuenta los límites a los que antes se refería.

En primer lugar, ser racionalista significa mantener una actitud, un modo de enfrentarse a las realidades que nos rodean. Ser racionalista no se define en función de una teoría de la racionalidad, sino por las consecuencias prácticas de quienes se llaman a sí mismos racionalistas. Es defenderse en el mundo de acuerdo a unos principios que constituyen a una persona en racionalista. Son, precisamente, esos principios de actuación los que diferencian a un racionalista de uno que no lo es.

Ser racionalista es decidirse a serlo. Es mantener una postura, una actitud ante los diferentes acontecimientos. Por tanto, no se es más racionalista por emplear el intelecto como única forma de alcanzar y justificar los conocimientos adquiridos; o, al revés, utilizar sólo la experiencia. Por tanto, el racionalismo no es lo contrario al empirismo y desde su carácter de actitud ese primer límite queda superado.

Y, para corroborar esto vuelve a hacer hincapié en ese carácter global que tiene la ciencia experimental. En ella, se utiliza el intelecto y la experiencia. Ninguna por encima de la otra, sino en perfecta sintonía. Dice así: “La actitud racional, o como quizá pudiera llamarse, la actitud de la razonabilidad, es muy semejante a la actitud científica, a la creencia de que en la búsqueda de la verdad necesitamos cooperación y que, con la ayuda del raciocinio, podremos alcanzar con el tiempo algo de objetividad.”[25]

En efecto, Popper piensa que no sólo utilizamos la razón, sino que en la búsqueda de la verdad necesitamos de los demás. Por eso, subrayo la expresión actitud de razonabilidad, para significar que en la búsqueda racional lo importante es mantenerse dentro de ese discurso comunicativo que propicie el acercamiento a la verdad. Por tanto, la racionalidad –el racionalismo– están en función de aquel que se decide a serlo. Y, una vez tomada la decisión, el racionalista empleará todos sus medios, tanto el intelecto como la experiencia, para llegar a la verdad, convencido de que por ese camino que él ha escogido se encuentra uno de lleno con la verdad o por lo menos se encuentra más cercano a ella, a pesar de que todavía no la haya alcanzado.

Por otra parte, esa actitud se expresa mediante la frase en cursiva, yo puedo estar equivocado y tú puedes tener razón y, con esfuerzo, podemos acercarnos los dos a la verdad. En esta frase se contiene la definición de lo que es un racionalista. Se trata de la actitud verdadera ante los problemas que nos rodean. La frase cursiva es una radiografía de la actitud racional que rige a todo aquel que quiera considerarse racionalista.

En ella, lo que Popper quiere trasmitir es que lo primordial no es creerse en posesión de la verdad, ni obtener una certeza objetiva, sino estar dispuesto a admitir que son otras teorías y no las propias las que pueden estar más cercanas a la verdad. Así, admitiendo esa cercanía, al aprender de nuestros errores, nos acercamos a la verdad. Por consiguiente, es tener la capacidad de confrontar nuestros argumentos con argumentos distintos. La capacidad de oír y de aceptar argumentos críticos respecto de nuestras propias teorías.

Con esto, sale al frente de aquellos que diferencian la racionalidad en virtud de las facultades racionales de cada individuo. No hay tal principio autoritario que defina la razón, sino que el racionalista no es más que nadie; no tiene mayor capacidad racional; no tiene una facultad más amplia. No hay personas por encima de otras cuyas argumentaciones se tengan que aceptar como verdaderas. Así, dice: “De acuerdo con nuestra concepción, sin embargo, no sólo debemos nuestra razón a los demás, sino que no nos es posible, en ningún caso, exceder a los demás en razonabilidad en una forma que pudiera justificar alguna pretensión de autoridad.”[26]

Sin embargo, lo que sí que hay en el racionalismo es la actitud de aprender de nuestros errores; de aceptar las críticas de los demás; de no sentirse en posesión de una certeza absoluta; es tener una actitud, un talante ante la vida. La actitud racional es la actitud de quienes usan su razón para acertar en las diferentes facetas de la vida, sin creerse en la posesión absoluta de la verdad. Al mismo tiempo esas capacidades racionales no difieren entre sí, sino que todos somos capaces mediante argumentos críticos, sin que haya preferencia de unos individuos sobre otros.

En este sentido, el hecho de que tengamos que aprender de las críticas propias o ajenas, hace que Popper nombre la actitud racional con otro término, a saber, el de actitud crítica[27]. Tal nombre tiene sentido en la medida de que esta actitud busca la confrontación de argumentos y de criterios. Por tanto, es la crítica de unos a otros lo que nos hace progresar. Estamos expuestos a ser criticados, a someter nuestras opiniones al juicio de los demás; este es el sentido en el cual se puede llamar crítica.

En este punto, conecta la racionalidad con su carácter interpersonal. Las relaciones sociales son el hábitat donde tiene su verdadero sentido entender la racionalidad como actitud, ya que mantener cualquier teoría racionalmente está a expensas siempre de las críticas que se puedan recibir desde cualquier parte. Y son, esas críticas, las que harán más fuerte mi teoría, o me demostraran lo mucho que estaba equivocado. De esta forma “El hecho de que la actitud racionalista tenga más en cuenta el argumento que la persona que lo sustenta es de importancia incalculable. El nos lleva a la conclusión de que debemos reconocer en todo aquel con quien nos comunicamos una fuente potencial de raciocinio y de información razonable; se establece así, lo que podría llamarse la “unidad racional del género humano”.”[28]

Por tanto, podemos concluir que la actitud racional es la actitud que permite ejemplificar lo racional como el punto de unión entre todos los hombres. Ser racionalista no significa confiar en el desarrollo de las capacidades de unos pocos, sino estar de una manera en el mundo y en comprender las relaciones humanas según la racionalidad.

Al mismo tiempo en función de dicha actitud Popper distingue dos tipos de racionalismo. El primero, lo denomina con el nombre de “verdadero racionalismo” y consiste en, “la conciencia de las propias limitaciones; la modestia intelectual de aquellos que saben con cuanta frecuencia yerran y hasta que punto dependen de los demás aún para la posesión de este conocimiento”.[29]

Este verdadero racionalismo es el de quienes aceptan la actitud racional. Se trata, por tanto, de la modestia ante nuestro conocimiento y de tener la suficiente capacidad para reconocer nuestros propios errores. Así, confrontar y criticar son de suma importancia de cara al acercamiento a la verdad y al hecho de ser racionalistas.

La vaguedad de la definición no es determinante, ya que el objetivo que Popper se marca es defender la racionalidad frente al irracionalismo. En ese sentido, Popper sólo quiere definir sus intenciones, con la única intención de poder resolver las ambigüedades y dar con una definición de racionalismo que permita resolver las dudas de éste frente al irracionalismo. Éste, será por tanto, el próximo punto a tratar, a saber, como desde esta nueva definición sale el racionalismo a flote frente a corrientes irracionalistas.

VIII. MISMO FIN, DIFERENTES CAMINOS: KUHN Y POPPER.
Thomas S. Kuhn: Epistemólogo postpopperiano que en 1963 publicó el libro las estructuras de las revoluciones científicas, donde afirma que la comunidad científica se construye a través de la aceptación de constructos teóricos denominados "paradigmas". Con éste termino quiere indicar las conquistas científicas universalmente aceptadas, que durante un tiempo determinado brindan un modelo de problemas y soluciones aceptables a aquellos que trabajan en un campo de investigaciones. Por ejemplo la astronomía ptolomeica (o la copernicana), la dinámica aristotélica (o la newtoniana) constituyen paradigmas, al igual que la teoría de la evolución de Darwin o la teoría de la relatividad de Einstein (Reale & Antiseri, 1989).

Una comunidad religiosa se conoce a través de los dogmas específicos en los que cree, un partido político reúne a sus miembros en torno a finalidades y valores específicos. Del mismo modo una teoría paradigmática es la que instituye una determinada comunidad científica, que en virtud de los supuestos paradigmáticos y en su interior llevará a cabo lo que Kuhn denomina "ciencia normal", significa una investigación fundamentada de manera estable sobre uno o más resultados alcanzados por la ciencia del pasado, a los cuales durante determinado período de tiempo, una comunidad científica reconoce la capacidad de constituir el fundamento de su práxis ulterior. Se articulan los hechos con la teoría y extendiendo sus campos de aplicación. La ciencia normal es acumulativa, cada vez se construyen mecanismos más fuertes, se efectúan mediciones cada vez más exactas se amplían las teorías a otros terrenos, etc.

Se presentan anomalías y ante éstas, los científicos pierden la confianza en aquellas teorías que antes habían abrazado. El traspaso de una confianza de un paradigma a otro es una experiencia de conversión que no puede ser impuesta por la fuerza. Los científicos individuales aceptan un nuevo paradigma por razones como idiosincrasias autobiográficas y personales, probablemente porque un nuevo paradigma puede resolver aquellos problemas que ha puesto en crisis el viejo paradigma, pueden haber razones estéticas que induzcan a que un científico o un grupo de científicos acepten un paradigma (Kuhn, 1971).

Popper también impugnó a las ideas de Kuhn, pues según aquel la lógica de la ciencia no tenía poder explicativo alguno, pero sin embargo, Kuhn la utilizó para esbozar sus teorías; de otro lado, Popper le critica su estado de ciencia normal, la cual se puede explicar a través del “paradigma”, pues resulta imposible un universo cerrado, en donde el futuro sea igual que el pasado, implicando un determinismo; lo que existe una conjetura que da cuenta de un hecho en un inicio, aunque luego ya sea vuelva imposible, por el carácter indeterminista de la ciencia, lo cual ofrece un universo abierto.
A pesar de estas refutaciones, ambos impugnaron las ideas de los representantes del Círculo de Viena y su positivismo lógico.


IX. COLOFÓN.

Es imposible realizar un tratamiento del pensamiento científico de Karl Popper referido a su criterio de demarcación de la ciencia, sin hacer referencia directa tanto al Círculo de Viena fundado por Moritz Schlick.
El Positivismo Lógico del Círculo de Viena, basó sus fundamentos, entre otros, en la inducción probabilística y el criterio de demarcación científica denominado Principio de Verificabilidad.
Popper, expuso sus pensamientos científicos con gran claridad, al refutar los criterios del Círculo de Viena precedentemente mencionados, de allí la importancia de hacer mención a dicho grupo de investigadores para entender el criterio de cientificidad de Karl Popper.
Para Popper, fue portador de un pensamiento indeterminismo (contrario de la finalidad de predictibilidad de las ciencias), ello basado en dos afirmaciones “futuro no puede ser igual que el pasado”, y debido a que “es imposible saber lo que se conocerá mañana”, por tanto no todo está determinado. En este sentido, afirma que la inducción probabilística es un método errado de hacer ciencia, pues los fenómenos no son observables con exactitud y en forma continua, y que las hipótesis pueden dar cuenta de un fenómeno con carácter provisional. Esto lo demostró con un clásico ejemplo: En la enunciado “Todos los cisnes son blancos”, solo bastaría que exista un solo cisne negro para que esta enunciado sea falso; en este sentido podemos citar como ejemplo la famosa frase inductiva de Abraham Valderomar “El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palace Concert, y el Palace Concert soy yo, por tanto se puede inferir que el Perú es Abraham Valdemorar, lo cual sería una inferencia inductiva válida, pero falsa; se trata de una tautología, lo cual para Popper no es ciencia, pues es falseable; lo que lleva consigo que la imposibilidad de la verificabilidad que propugnan los posistivas vieneses.
Kart Popper, parte de la premisa de que la verdad no se puede llegar a establecer, solo puede aceptarse una explicación de carácter científico con carácter provisional.
Por ello, el camino correcto de la investigación para Popper es el deductivismo – hipotético, pues, si bien es cierto no se puede establecer la veracidad o verificabilidad de una hipótesis, pero en cambio si se puede establecer que es lo falso (detectar el error), y si una hipótesis se somete a esta evaluación y pasa en forma exitosa, puede afirmarse que da cuenta de un fenómeno, solo con carácter provisional, pues el universo está abierto, y no se puede explicar a través de paradigmas (Khun) sino que, siempre existe la posibilidad del cambio, y por tanto de llegar a establecer nuevas explicaciones a través de hipótesis.

BIBLIOGRAFÍA

1. Bedford, E. (1994): Empirismo en Urmson, J. O: Enciclopedia concisa de Filosofía y Filósofos. Madrid, pp. 109-112.
2. Damiani, L. (1997): Epistemología y Ciencia en la Modernidad. Universidad Central de Venezuela.
3. Echeverría, J. El círculo de Viena en Introducción a la Metodología de la Ciencia. Barcanova, pp. 6-21.
4. Padrón, J. (1992): Interpretaciones históricas acerca del conocimiento científico en Aspectos Diferenciales de la Investigación Educativa. Univ. Simón Rodríguez. Caracas.
5. Urmson, J. O. (1994): Positivismo Lógico en Enciclopedia concisa de Filosofía y Filósofos. Madrid, pp. 318-324.
6. POPPER, Carlos R.: El objeto de la Ciencia, en Conocimiento objetivo, Madrid, Tecnos, 1992, fragmentos.
7. POPPER, Carlos R.: La ciencia: conjeturas y refutaciones (1965), Bs. As., Paidós, 1967, cap. 1, § I-X, fragmentos.
8. POPPER, Carlos R.: La lógica de la investigación científica, Madrid, Tecnos, 1971, Primera Parte, cap. 1, fragmentos.
9. Wittgenstein, L., Tractatus logico-philosophicus, Alianza, Madrid, 1973, pág. 31. Como se vio en el capítulo dedicado a Wittgenstein en estas mismas páginas, estamos ante una obra de su época primera, que cambio con posterioridad. Es lo que se conoce como el primer Wittgenstein.
10. Gómez, R., (1995) Neoliberalismo y seudociencia, Buenos Aires, Lugar editorial, 1995
11. Kuhn, T. S., (1969) La estructura de las revoluciones científicas, México, FCE, 1971.
12. Lakatos, I., y Musgrave, A., (1970) La crítica y el desarrollo del conocimiento, Barcelona, Grijalbo, 1975.KUHN, Thomas S.: La estructura de las revoluciones científicas (1962), trad. por Agustín Contin, 11a ed., México, F.C.E., 1995, fragment
[1] 1798-1857, filósofo francés, considerado el fundador del positivismo y de la sociología
[2] Analizó estos tres estadios en su más importante y voluminosa obra, Curso de filosofía positiva (6 vols., 1830-1842
[3] Positivismo: sistema filosófico de A. Comte, que consiste en no admitir como válidos los conocimientos que no proceden de la experiencia, rechazando toda noción a priori y todo concepto universal absoluto. El hecho es la única realidad científica y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia
[4] Se denomina positivista por la determinante influencia de Augusto Comte y es lógica por la figura del autor del Tratactus, de Frege y Russell, especialmente en la existencia de una lógica analítica y simbólica
[5] romántico, Perteneciente o relativo al Romanticismo o que participa de sus peculiaridades en cualquiera de sus manifestaciones culturales o sociales
[6] racionalismo. m. Doctrina filosófica cuya base es la omnipotencia e independencia de la razón humana. Sistema filosófico que funda sobre la sola razón las creencias religiosas.
[7] empirismo. m. Conocimiento que se origina desde la experiencia. 2. Sistema filosófico basado fundamentalmente en los datos de la experiencia
[8] David Hume (1711-1776), filósofo, historiador y economista escocés. Su pensamiento ejerció una notable influencia en el desarrollo del escepticismo y del empirismo
[9] Padrón 1992 Negar que la razón pueda asegurarnos la verdad de un enunciado genuinamente sintético y, por tanto, que cualquier proposición pueda ser a la vez a priori y sintética
[10] Metafísica: Parte de la filosofía que trata del ser en cuanto tal, y de sus propiedades, principios y causas primeras
[11] La teoría de la verdad de Aristóteles: La concepción clásica de la verdad formulada por Aristóteles enunciaba una correspondencia entre el decir y el ser: decir las cosas como son era sinónimo de discurso verdadero. El Círculo de Viena reformuló esta concepción, y estableció ahora que la concepción de la verdad era una correspondencia entre proposiciones y hechos. Es decir, los enunciados científicos pueden ser verificados en la medida que se correspondan con los hechos o que las observaciones empíricas han de concordar con las predicciones de la ciencia
[12] El empirismo: La tesis fundamental de todo empirismo, antes y después de Hume y Comte, es que la única fuente de conocimiento es la experiencia sensible. El positivismo lógico es un desarrollo ligado a la gran corriente de los filósofos empiristas ingleses como Francis Bacon (1561-1626), T. Hobbes (1588-1679), J. Locke (1632-1704), Berkeley (1685-1753), D. Hume (1711-1776), J. S. Mill (1806-1873
[13] El cual sólo reconocía como datos válidos de conocimiento aquellos elementos ubicados en la experiencia y traducidos en señales de captación sensorial, excluyendo todo enunciado `a priori' y todo juicio que no pudiera ser confrontado con datos sensoriales
[14] 1838-1916, físico y filósofo austriaco, nacido en Turany (hoy República Checa). Estudió en la Universidad de Viena y fue profesor de las universidades de Graz, Praga y Viena desde 1864 hasta 1901, Mach pensaba que la ciencia debería restringirse a la descripción de fenómenos que pudieran ser percibidos por los sentidos. Sus escritos contribuyeron en gran medida a liberar a la ciencia de conceptos metafísicos y ayudaron a establecer una metodología científica que preparó el camino para la teoría de la relatividad. Estudió los fenómenos psicológicos de las sensaciones y las percepciones, y realizó importantes trabajos en balística. El número de Mach, que representa la relación de la velocidad de un objeto con la velocidad del sonido en la atmósfera, se llamó así en su honor. (Véase Aerodinámica; Mecánica de fluidos
[15] Echeverría, 1989
[16] Este fue el fundamento teórico a favor de la unidad de la ciencia
[17] Damiani, 1997
[18] Ibíd
[19] Karl Popper. La sociedad abierta y sus enemigos. Paidós, Barcelona, 1992.
[20] Karl Popper, La lógica de la investigación científica, Editorial. Tecnos, Madrid, 1977. Prefacio a la edición. inglesa 1959, pág. 16.
[21] K.arl Popper, La miseria del historicismo, Alianza, Madrid, 1992, p. 17
[22] Ludovico Geymonant. Reflexiones críticas sobre Kuhn y Popper. Alción Editora. Título Original “Riflessione critiche su Kuhn e Popper. Traducción Raúl Antonio Rodríguez. Argentina, 1994. Página 54.
[23] OS, pág. 392.
[24] OS, pág. 392-393.
[25] OS, pág. 393.
[26] OS, pág. 394.
[27] Popper deja claro que es el mismo concepto de actitud aunque con distinto apellido: “La actitud crítica, la tradición de la libre discusión de las teorías con el propósito de descubrir sus puntos débiles para poder mejorarlas, es la actitud racional.” CR, pág. 77
[28] OS, pág. 393
[29] OS, Pág. 395.